Feliz día de las No-madres

 Se aproxima el 10 de mayo, el tan esperado día de las madres, todo son regalos, elogios y adulaciones para todas aquellas mujeres que tuvieron hijos. Pero, ¿Qué hay de las que no tuvieron hijos? Yo quisiera felicitarlas por no ser madres. Porque de alguna manera están contribuyendo a frenar la explosión demográfica. Y es que verás, tan solo en México, vivíamos, según el último censo del 2020 126,014,024 personas, el doble que en los 70´s y 10 veces más que hace un siglo.  Dos momentos sumamente importantes en la historia de México con dos de las peores crisis de la historia, una fue causa de la revolución y la otra, la gran devaluación; sin embargo, a pesar de ello, nuestro país salió adelante por la gran cantidad de recursos naturales con los que contábamos. “Éramos pobres, pero siempre alcanzaba”; es una frase típica de las abuelas (y de las abuelas de las abuelas).

En los tiempos de la revolución ni siquiera había un buen registro de la cantidad nacimientos y mucho menos la proporción con el número total de habitantes, estadísticas que hoy son indispensables para todo país. Esto fue cambiando conforme se mejoraron los sistemas estadísticos. Se estima que por ahí de 1910 ocurrían alrededor de 32 nacimientos por cada 1000 habitantes. Esto es lo que se llama tasa de natalidad. Para 1970 fue de 43.4 y tendía a la baja, en 2017 fue de 17.92%. mientras que en 2018 fue del 17.6. 

En 1960 las mujeres tenían en promedio siete hijos, para 2018, el número se redujo a dos ( punto y algo, recordemos que todo es estadística). Esto se llama índice de fecundidad.  En 2017 era de 2.16. y en 2018  registró una baja del 20% aprox, quedando en 2.13. O sea que el lema de “ la familia pequeña vive mejor”, estaba funcionando. Sin embargo, A consecuencia de la pandemia, se incrementó la tasa de natalidad. Algunos bromistas aseguran que fue el encierro lo que acercó a las parejas y se perdió la sana distancia. “Entre broma y broma, la verdad se asoma”.

Verás, en el 2019 éramos alrededor de 125 millones, en 2020, como ya lo mencioné, el INEGI contó poco más de 126 millones y para éste 2021 se estima que seremos alrededor de 130 millones. Somos el tercer país más poblado del continente americano, tan solo por debajo de Estados Unidos y Brasil, los datos del INEGI muestran que entre los años 2010 y 2019 en México han nacido alrededor de 23.8 millones de niñas y niños, es decir, un promedio anual de 2.38 millones cada año (casi 10 veces más nacimientos que las defunciones totales por COVID-19). En sólo una década, han nacido más niñas y niños en México, que la totalidad sumada de las poblaciones de Cuba y de Haití o bien, la suma de la población de Guatemala, Costa Rica y Uruguay.

Hay que considerar también que  la esperanza de vida ha aumentado significativamente, de vivir en promedio 36 años en las primeras dos décadas del siglo pasado,  a vivir  77 años en promedio en el año 2012. Lo cual significa que la mayoría de los nacidos en los 60s y 70s siguen vivos. Por eso hemos duplicado la cantidad de la población, pero no así la de los recursos naturales, lo cual nos lleva a  un crecimiento insostenible.

 Es aquí donde entra en juego el un concepto llamado “fecundidad de reemplazo”, Se refiere a la fecundidad mínima necesaria para que una población cerrada se mantenga indefinidamente en el tiempo sin disminuir su volumen, y suele cifrarse en 2,1 hijos por mujer como promedio, Se entiende así que cada mujer debe reproducirse a sí misma y a su pareja, y el decimal se debe a que existen mujeres que no tienen ningún hijo.  O sea que, una pareja, debe dejar como descendencia 2 hijos, que los reemplazarán a su muerte, para mantener la misma cantidad de individuos en una población para que los recursos sean suficientes.

Aunque parezca que lo estamos logrando por lo que comentaba anteriormente, la verdad es que no. Vamos a poner un ejemplo hipotético. Si mi esposa y yo tuvimos solo 2 hijos. Y ellos a su vez tuvieran solo dos hijos con sus esposas; la verdad es que no nos reemplazarían, porque de 6 personas, que forman 3 parejas ( los padres de mis nueras, mi esposa y yo), habría dos matrimonios, con 2 hijos cada uno, es decir 4 nietos, para un total de 14 personas. Es más del doble de las 6 que éramos originalmente. Y es que para “reemplazarnos”, deberían “eliminarnos” en cuanto nos reprodujéramos o por lo menos, cuando nuestros hijos llegasen a una edad reproductiva. Así nos mantendríamos siempre con la misma cantidad de habitantes. Que además serían jóvenes con un pool genético bastante bueno. 

Sin embargo, el no tener hijos, es para la mujer mexicana, una causa de rechazo y discriminación por parte de la sociedad que pone en ellas altas expectativas sobre procrear. Se estima que aproximadamente 7 millones de mujeres en edad fértil, tienen problemas para embarazarse. En México se estima que hay 32.9 millones de hogares conformados, en promedio, por 3.7 integrantes. En tanto que la cantidad de los hogares sin niños sumó 5 millones 165 mil.

Considero que no debe ser así, procrear no debiera ser la única forma de realización de una mujer. Conozco algunas “No madres”, la mayoría son exitosas, estables, autónomas y autosuficientes, aunque tienen pareja estable, están unidas a ellos por gusto, no “ por los hijos”; salen de viaje y/o fiesta más seguido que yo, tienen más tiempo, dinero y espacio para sí mismas, no veo que la pasen mal.  Además, la mejor opción para sobrevivir, como especie, al cambio climático es llevar el índice de fecundidad a menos de 1.0 hijos por mujer. Para eso se necesita que muchas no tengan hijos. Por eso, hoy que no es día de las madres, yo quiero felicitar a aquellas “ No madres”, esperando que cada vez sean más por el bien del planeta. 

Pero que no suene a acusación machista, definitivamente depende de los hombres y mujeres, controlar la población, pero ya les tocó su turno a los hombres en una columna anterior. Se llamó “Yo por eso, ya me operé” y fue publicada en diciembre 2020.

Chaneke Verde

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