Por Ilse Jiménez.- La microflora intestinal, también conocida como microbiota o flora intestinal, es un ecosistema de bacterias beneficiosas que habitan en nuestro intestino y desempeñan un papel clave en la digestión, la inmunidad y la salud mental.
Un desequilibrio en esta microbiota puede llevar a problemas principalmente digestivos, inflamación y trastornos metabólicos.
¿Cómo cuidarla?
Mantener una microbiota saludable requiere hábitos consistentes. El estrés, el abuso de antibióticos y una alimentación deficiente pueden dañarla. Para fortalecerla:
- Prioriza los alimentos ricos en fibra: frutas, verduras, legumbres y cereales integrales nutren las bacterias buenas.
- Consume probióticos naturales: yogur o kefir, ya que favorecen la diversidad microbiana.
- Evita alimentos procesados: estos pueden fomentar el crecimiento de bacterias perjudiciales.
- Hidrátate bien: el agua, como antes ya lo había mencionado, ayuda en la digestión y en el equilibrio intestinal.
Una microbiota equilibrada es sinónimo de bienestar general. Cuidarla no solo mejora la digestión, sino que impacta positivamente en el estado de ánimo y el sistema inmune.
Así que ya sabes si eres de las personas que se la vive inflamada, podrías tener dañada tu flora intestinal.