El frío y la lluvia no impidieron que el XV Festival del Paste cerrara de manera espectacular este año donde se tuvo la presencia de grupos artísticos, exposiciones artesanales, así como la degustación de este platillo de origen inglés que ya goza de la denominación de Patrimonio Cultural y Gastronómico de Hidalgo.
En medio de un ambiente frío y lluvioso muy típico de la montaña, Real del Monte cerró con éxito la edición número 15 del Festival Internacional del Paste, el platillo por excelencia cuyo sabor y tradición ha rebasado fronteras.
Miles de personas llegaron a Real del Monte, durante los tres días de Festival donde además de la degustación y venta del típico paste, hubo muestras artesanales de plata y textiles además de diversos productos para la rama alimenticia, como leche, café, chocolate, así como mantequillas y harinas etc.
Los que hicieron su agosto, fueron los comercios dedicados a la vente de ropa abrigadora y paraguas pues no dejó de llover durante este festival, lo que le dio un toque único y muy especial pues es el típico clima de la montaña pero que no se sentía desde hace mucho tiempo.
El café caliente, chocolate y ponche fueron muy demandados para paliar un poco el frío que no detuvo el espectáculo que ofreció el mariachi cuyas cantantes lucieron sus atuendos sin tiritar.
Así en medio de la música, los bailes folklóricos se logró hacer un homenaje a la gastronomía, cultura y tradiciones representativas de la Comarca Minera de Hidalgo.
Este año se contó con la participación especial del mariachi de la casa Corralejo que dio un toque especial a este Festival del Paste.
Cabe destacar que, durante la inauguración, en el Monumento al Minero, el alcalde Alex Sierra Tello, autoridades de Turismo además de empresarios de la industria panificadora que forman parte del Consejo Regulador del Patrimonio Cultural Real del Monte-Cornwall A.C. (Corepac), así como la embajadora adjunta de Reino Unido, Rachel Brazier, pusieron en marcha las actividades de la edición número 15 del Festival del Paste que busca como cada año preservar la herencia culinaria que dejaron los mineros ingleses a esta tierra de oro y plata.
