Investigadores de la UCSF buscan frenar la producción de MYC, una proteína clave en el desarrollo de tumores agresivos
Científicos de la UCSF exploran una forma de bloquear la proteína RBM42 y detener la producción de MYC, un factor clave en el crecimiento descontrolado del cáncer
Por: Martín Olivera
Un equipo de científicos de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) identificaron un nuevo mecanismo para frenar el crecimiento del cáncer. Según un estudio publicado en Nature Cell Biology, la proteína RBM42 juega un papel crucial en la producción de MYC, un factor clave en la proliferación de tumores agresivos.
Desde la década de 1970, la proteína MYC fue reconocida como un impulsor del cáncer, debido a su presencia en aproximadamente el 70% de los tumores malignos. A diferencia de otros factores cancerígenos, MYC no requiere mutaciones para volverse dañina, sino que basta con su sobreproducción. «El MYC es lo que vemos cuando un cáncer es resistente a todo lo que intentamos hacer para derrotarlo», explicó Davide Ruggero, PhD, profesor de urología en la UCSF y autor principal del estudio.
Los investigadores descubrieron que RBM42 actúa sobre el ARN mensajero (ARNm) de MYC, facilitando su traducción en los ribosomas y asegurando su producción en grandes cantidades. Utilizando la técnica CRISPRi, el equipo liderado por la Dra. Joanna Kovalski identificó la RBM42 como un regulador clave de MYC en células de cáncer de páncreas. Al analizar datos genómicos de pacientes con esta enfermedad, observaron que quienes presentaban altos niveles de RBM42 y MYC tenían un peor pronóstico.
Kovalski destacó la relevancia del hallazgo al señalar que «todo el mundo sabe lo importante que es el MYC para el cáncer, pero no hay medicamentos que lo bloqueen«. Los resultados mostraron que, al eliminar la RBM42 en células cancerosas cultivadas en laboratorio y en modelos de ratón, los ribosomas dejaron de producir MYC y los tumores pancreáticos dejaron de crecer.
Estos experimentos revelaron que RBM42 modifica la estructura del ARNm de MYC para facilitar su procesamiento en los ribosomas y dirigir su producción. Ruggero explicó que «proteínas como RBM42 y MYC existen en todas las células, pero normalmente están restringidas». En las células cancerosas, sin embargo, RBM42 secuestra los ribosomas y los reorienta hacia la producción masiva de MYC, lo cual contribuye al crecimiento descontrolado del tumor.
Los investigadores ahora exploran el desarrollo de moléculas pequeñas que puedan interferir con la función de RBM42. Estas moléculas actuarían como inhibidores de la producción de MYC, representando una nueva vía terapéutica para tratar cánceres agresivos. «El control de la traducción merece ocupar un lugar central en nuestros esfuerzos por tratar el cáncer«, afirmó Kovalski.