Bloqueadores de testosterona para cáncer de próstata provoca riesgos al corazón

Riesgos al corazón con el uso de bloqueadores de testosterona en el tratamiento del cáncer de próstata

 

El tratamiento con bloqueadores de testosterona para el cáncer de próstata podría elevar los riesgos para el corazón, indicó una investigación.

El tratamiento del cáncer de próstata, una de las formas más comunes de cáncer entre los hombres, enfrenta diversos desafíos, especialmente cuando se utilizan bloqueadores de testosterona. Estos fármacos están diseñados para inhibir el crecimiento de los tumores prostáticos al reducir o bloquear la acción de la testosterona y demostraron ser efectivos en la lucha contra esta enfermedad.

Quienes padecen este tipo de cáncer de próstata y realizan el tratamiento atraviesan un proceso complejo al utilizar bloqueadores de testosterona. Estos medicamentos están diseñados para ralentizar el crecimiento de los tumores y se dividen en dos categorías principales: las terapias de privación de andrógenos (TPA) y los inhibidores de la señalización del receptor de andrógenos (IRSA).

Las TPA reducen la producción de testosterona, hormona que acelera el desarrollo de tumores prostáticos mientras los IRSA bloquean la unión de la testosterona a su receptor celular. La combinación de terapia hormonal con inhibidores de reabsorción de serotonina demostró eficacia en el tratamiento del cáncer de próstata avanzado. Asimismo, este tratamiento conocido como terapia de reemplazo hormonal intensificada está en proceso de evaluación para ser aplicado en etapas tempranas del cáncer de próstata.

Sin embargo, una investigación publicada en la revista oncológica JAMA señaló que el uso de bloqueadores de testosterona podría derivar a riesgos en la salud cardiovascular. Esta investigación plantea nuevos interrogantes sobre el balance entre los beneficios y sus posibles efectos adversos.

La investigación analizó 24 ensayos clínicos con 22 mil 166 hombres de entre 63 y 77 años y reveló que el riesgo de eventos cardíacos se duplica al añadir un inhibidor de recaptación de angiotensina al tratamiento hormonal. Los efectos adversos incluyen: riesgos de hipertensión, arritmias, coágulos sanguíneos y en casos severos, ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares.

Ante ello, la doctora Katelyn Atkins, oncóloga radioterapeuta del Centro Médico Cedars-Sinai, indicó que la enfermedad cardiovascular es una de las principales causas de muerte entre los pacientes con cáncer de próstata. Asimismo, recomendó evaluar a los pacientes para detectar aterosclerosis y otros problemas cardíacos antes de iniciar el tratamiento.

Paralelamente, la investigación mostró que el uso simultáneo de dos inhibidores de la recaptación de angiotensina, como el acetato de abiraterona y la enzalutamida, incrementa el riesgo cardiovascular hasta cuatro veces. Aunque son efectivos dichos medicamentos contra el cáncer de próstata, la combinación de ambos aumentan los efectos secundarios.

Similarmente, el doctor David Crawford, jefe de oncología urológica en la Universidad de Colorado, señaló la importancia de personalizar los tratamientos según las características individuales de cada paciente. Bajo la misma línea, el doctor Marc Garnick, profesor de medicina en la Universidad de Harvard, advirtió sobre la necesidad de equilibrar los beneficios de la terapia intensificada con el riesgo de efectos secundarios cardiovasculares.

Consecuentemente, el cáncer de próstata es la tercera enfermedad mortal más recurrente en América Latina y el Caribe. El informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2022 indicó que hubo un millón 551 mil 60 nuevos casos de cáncer de próstata y 749 mil 242 muertes producto de esta enfermedad.