Prevista para el jueves pasado, la marcha fue aplazada para hoy por el gobierno de Benjamin Netanyahu, pese a las amenazas de Hamas de una nueva escalada si se ratificaba.
El nuevo gobierno israelí autorizó ayer una controvertida marcha de militantes judíos nacionalistas y de extrema derecha en Jerusalén Este, cuya celebración en el sector palestino ocupado de la Ciudad Santa hace temer actos de violencia.
Prevista para el jueves pasado, la marcha fue aplazada para hoy por el gobierno de Benjamin Netanyahu, pese a las amenazas de Hamas de una nueva escalada si se ratificaba.
Israel se dotó después de un nuevo gobierno, dirigido por el jefe de la derecha nacionalista Naftali Bennett, que se alió con el centrista Yair Lapid en el marco de una coalición que puso fin a 12 años de gobierno ininterrumpido de Netanyahu. El día de ayer Bennet dio luz verde a la manifestación.