Mujeres señalan que, pese a que en Hidalgo ya es tipificado este delito, no hay empatía para respaldar a las mujeres que pasan por esta situación
Katia Icela Vázquez Peralta forma parte del Frente Nacional de Mujeres (FNN) y es la primera mujer en Hidalgo que ha logrado iniciar una carpeta de investigación por violencia vicaria en el estado; pese a que han sido años de lucha y lograr que se vinculara al proceso de su agresor, sus hijos no han regresado a su lado, situación que asegura es debido a que las autoridades procuradoras de justicia aún desconocen este delito que se aprobó el 2 de mayo de 2022.
Este viernes, acudió junto con otras víctimas de violencia vicaria a las instalaciones de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH) para denunciar sus casos, las dificultades que enfrentan durante sus procesos judiciales y exigir que se juzgue con perspectiva de género.
“Yo tengo un año de no poder ver a mis hijos, no existe nada que me impida ver a mis hijos, pero hay un maltrato institucional que lo sigue permitiendo porque se inclina más hacia los hombres, porque la violencia vicaria usan a los hijos.
“El paso más optimista es estar evidenciando a la directora del Centro de Justicia por las omisiones y la falta de empatía hacia nuestros casos, el hecho de salir a la calle y alzar la voz ha dado impulso a mi investigación en la cual logré que se judicializara y se vinculara a proceso a mi agresor. Ya se le dictaron medidas cautelares, pero no ha ayudado a la recuperación de mis hijos”, indicó.
Con los pronunciamientos en espacios públicos, las madres de familia buscan visibilizar que en Hidalgo ya se aprobaron reformas al Código Penal que implican sanciones de uno y hasta seis años de prisión para quien cometa violencia vicaria ya enunciada, que es aquella que se ejerce sobre los hijos como instrumento de venganza por parte de una pareja sentimental.
Cabe señalar que, Hidalgo es el tercer estado del país en tipificar como delito la violencia vicaria, con penas de hasta seis años de prisión a quien, de manera intencional, dañe física o psicológicamente a los hijos o cualquier otra persona del lazo afectivo, con la finalidad de violentar a la mujer.