Carlos III es coronado y ungido como rey de Reino Unido

En una ceremonia que no se veía desde hace 7 décadas, la Abadía de Westminster con más de dos mil invitados especiales fue testigo de este hecho histórico

Por primera vez en siete décadas, el mundo fue testigo de la coronación de un monarca británico, Carlos III recibió la corona de San Eduardo y fue ungido por el arzobispo de Canterbury Justin Welby, dos pasos altamente significativos que mezclan los humano con lo divino y que es la parte más significativa de la coronación.

«Queridos hermanos, nos hemos reunido para ofrecer culto y alabanza a Dios todopoderoso; para celebrar la vida de nuestras naciones; para rezar por Carlos, nuestro rey; para reconocer y dar gracias por su vida de servicio a esta nación, a los reinos y a la Commonwealth; y para presenciar con alegría su unción y coronación, su apartamiento y consagración para el servicio de su pueblo», dijo Welby.

Entre cantos y alabanzas ejecutados por los coros de la Abadía, así como el acompañamiento de cantantes contratados exprofeso para el servicio religioso, vinieron los momentos más emotivos e importantes de la ceremonia de coronación.

«Rey de reyes y señor de señores, bendice, te suplicamos, esta corona, y santifica así a tu siervo Carlos, sobre cuya cabeza la colocas hoy en señal de majestad real, para que sea coronado con tu bondadoso favor y colmado de abundante gracia y de todas las virtudes principescas; por aquel que vive y reina, supremo sobre todas las cosas, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén», rezó Justin Welby.

Tras imponer la majestuosa corona, el arzobispo, exclamó: «Dios salve al rey”.
Luego se dio paso a la entrega de objetos que guardan un simbolismo altamente especial y desde luego que forman parte de las joyas de la corona cuyo valor es incalculable tal como lo es la corona.

El arzobispo de Canterbury bendijo la espada de ofrenda antes de entregársela al rey a quien recordó que esta debe ser utilizar para la protección del bien.

La pieza fue utilizada en la coronación del rey Jorge IV la cual fue fabricada en 1820.
Carlos III también recibió el emblemático orbe y el cetro.

 

Tras ejecutar cada paso para la coronación en la que hubo un momento privado, muy íntimo donde Carlos III es ungido con los aceites santos, vino la ceremonia para la mini coronación de Camila.

Cabe destacar que la mayoría de los dos mil 200 invitados entraron al templo horas antes de que comenzara la ceremonia como parte del estudiado protocolo para evitar incidentes.

Así en medio de un día lluvioso y entre reyes, dignatarios de todo el mundo, artistas y familiares de la pareja monárquica, ocurrió el momento más esperado por el hijo de la extinta reina Isabel II.

Las presencias destacadas en la coronación fueron el presidente de Francia, Emmanuel Macron, junto a su esposa Brigitte; la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von Der Leyen y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden; o los reyes de España, Felipe VI y Letizia.

Además de la presencia de médicos, enfermeros, voluntarios, trabajadores sociales de Reino Unido que enfrentaron la pandemia y que forma parte de una estrategia de Carlos III para acercar al pueblo para darle un nuevo rostro a su reinado.

Harry acudió a la ceremonia religiosa y se retiró

Tal como estaba previsto, el príncipe Harry asistió a la ceremonia de coronación de su padre el rey Carlos III, y para sorpresa de todos, ocupó su lugar en la tercera fila, muy cerca de la familia real e invitados más cercanos y estuvo acompañado por su prima Beatriz.

Aunque captó toda la atención desde su llegada, hasta la forma de comportarse durante toda la ceremonia en la Abadía de Westminster, Harry supo comportarse en este gran momento para su padre.

Al concluir el servicio religioso, el hijo de la desaparecida princesa Diana, se retiró y ya no fue visto junto a su padre y su hermano en el balcón del palacio de Buckingham.