Sacmex informó que los análisis de calidad del agua en otros 13 pozos de la zona norponiente.
El Gobierno de la Ciudad de México tomó medidas en respuesta a denuncias sobre la calidad del agua en la zona norponiente de la alcaldía Benito Juárez.
El jefe de Gobierno, Martí Batres, indicó que diversas dependencias gubernamentales participaron en la solución del problema.
Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) presentó una denuncia ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) para investigar la posible contaminación del agua en la alcaldía Benito Juárez, después de detectar un compuesto de aceites degradado en el Pozo Alfonso XIII, situado en la alcaldía Álvaro Obregón.
Asimismo, Sacmex informó que los análisis de calidad del agua en otros 13 pozos de la zona norponiente mostraron parámetros dentro de la norma y sin presencia de olores.
Se implementaron acciones para mitigar los efectos de la contaminación, incluyendo la atención a 15 mil 772 personas en tres puestos de mando ubicados en los parques San Lorenzo, Arboledas y Esparza Oteo, la gestión de mil 641 reportes, la toma de más de mil 500 muestras de agua para análisis, el lavado de 4 mil 577 cisternas y tinacos, y la realización de 14 mil 285 visitas domiciliarias por parte de personal de Participación Ciudadana, Protección Civil, Salud y Sacmex.
Además, se distribuyeron más de medio millón de litros de agua potable en garrafones, se desplegaron 150 pipas de agua y 14 camiones Vactor para la extracción de agua, y se organizaron más de 400 cuadrillas de limpieza. En estas acciones participaron 907 servidores públicos de 18 dependencias del gobierno.
Residentes de la alcaldía Benito Juárez iniciaron la recolección de firmas para presentar una queja ante la Comisión Local de Derechos Humanos, con el fin de solicitar la restitución del servicio de agua y la identificación del químico causante de la contaminación.
En el contexto escolar, aunque las cisternas fueron abastecidas con agua etiquetada como potable por el Sistema de Aguas de la Ciudad de México, algunos padres de familia de la escuela primaria «Hispanoamérica» optaron por no permitir que sus hijos consumieran dicha agua.