En el marco del Día Mundial de la Visión, el ISSSTE recomendó fomentar estilos de vida saludable desde la infancia y en el caso de los pacientes con diagnóstico de diabetes deben acudir cada 6 meses a revisión para la detección oportuna de retinopatía diabética.
Ciudad de México.- El hábito de acudir a revisiones oftalmológicas periódicas y la responsabilidad en el autocuidado de la salud integral, pueden evitar hasta en 50 por ciento los casos de deterioro de la visión cercana o distante, advirtió José Manuel Pantoja Lemus, oftalmólogo del Hospital General Toluca del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
En el marco del Día Mundial de la Visión, el especialista, precisó que entre los padecimientos visuales más importantes que se pueden prevenir o tratar oportunamente para reducir su impacto en la población, están los errores de refracción como miopía, hipermetropía y astigmatismo, los cuales, si se detectan desde los primeros años de vida y se brinda tratamiento, es posible evitar que interrumpan el desarrollo de la visión, el cual se concluye hasta los seis años.
En ese sentido, el especialista del ISSSTE recomendó a los padres llevar a sus hijos a revisiones oftalmológicas preventivas desde que nacen y posteriormente con la periodicidad que les indique su médico tratante, especialmente cuando los progenitores tienen padecimientos visuales como miopía o errores refractivos, porque en ese caso la posibilidad de que sus hijos desarrollen estos padecimientos es mayor.
Y es que destacó que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor del 50 por ciento de los casos de deterioro de la visión cercana o distante pueden evitarse si las personas y las familias adoptan estilos de vida saludable basados en una alimentación equilibrada reducida en azúcares, grasas y alimentos procesados; la práctica diaria de ejercicio y gestión adecuada de las emociones; componentes del Modelo de Salud Preventivo que promueve el ISSSTE en todo el país, finalizó.
José Manuel Pantoja, explicó que, en el caso de los neonatos, la aplicación del tamiz oftalmológico neonatal puede detectar entre otros padecimientos la retinopatía del bebé prematuro y recibir la intervención profesional adecuada para evitar ceguera.
En cuanto a la población adulta, los principales factores de riesgo para la salud visual son la retinopatía diabética como una complicación derivada de la diabetes; las cataratas y presbicia –incapacidad para enfocar de cerca-, que constituyen un problema asociado a la edad avanzada.
Por ello, el oftalmólogo del ISSSTE recomendó que las personas con diagnóstico de diabetes acudan cada seis meses a una revisión oftalmológica; no obstante, el estricto control de esta enfermedad es determinante para retrasar la presencia de estas patologías e incluso lograr que no se presenten, enfatizó.
Aclaró que el control de la diabetes y las enfermedades crónicas no transmisibles no sólo implica apegarse con disciplina a sus tratamientos farmacológicos, sino especialmente el mantener hábitos y estilos de vida saludable.
Otro gran riesgo de la capacidad de la vista en los adultos es el glaucoma, primera causa de ceguera irreversible, cuya detección en fases tempranas permite tratarla y desacelerar su evolución, para evitar en lo posible la pérdida total del campo visual.