En el marco de la FIL Monterrey, la poeta uruguaya habla de la muerte, la poesía y la vida
10 de octubre de 2022.- La poeta uruguaya Ida Vítale sale al balcón del hotel, quiere admirar el Cerro de la silla, se sorprende del tamaño, del clima soleado, pero sonríe Ida, siempre sonríe.
“Maravilloso, ¿siempre hace calor así? Es muy lindo”, dice con su acento uruguayo, casi musical, mientras pregunta: “¿se puede escalar?”, y mira al horizonte. Su hija la espera en el lobby del hotel en Monterrey.
Momentos antes, charla con los medios, tras una lectura en el marco de la Feria Internacional del Libro de Monterrey, donde fue ovacionada por sus lectores y ella solo decía “gracias”.
¿La muerte?, no, no pienso en la muerte, es complicado vivir pensando en ella… uno nunca se levantaría. No sabemos cómo llegará la muerte, pero forma parte de la vida”, señala la poeta que cumplirá en unos días 99 años.
La poeta asegura que debe “ser terrible vivir mucho tiempo (ríe); bueno, yo ya viví casi un siglo y es bastante. Me considero cumplida, no aspiro a mucho más, en fin”. Y añade: “sería bueno morirse sin darse cuenta, pero no sé qué pasa después de que uno se muere, o simplemente pasaría a mejor vida”.
La poeta confiesa no estar escribiendo mucho y en movimiento; las cosas no cuajan, refiriéndose a sus viajes, “pero planeo un libro en honor a la vida, parte de la vida fue México y hay muchos recuerdos y, de alguna manera, todo lo que vivimos se transforma en poesía. Pero en general, no me salen los poemas de un tirón, hay que trabajar, pulir y cada uno tiene su sistema”.
Ida Vitale no sabe cuántos libros lleva en su carrera, ni le importa. “Es aburrido preparar un libro, prefiero no pensar en el tema, no llevo la cuenta. Mientras la poesía sea necesaria va a existir, creo, habrá quien se sacrifique por ella”.