En el Día Mundial de la Epilepsia, el Instituto hace un llamado a no asociar este padecimiento con retraso mental, conductas peligrosas o mitos
Ciudad de México. 14 de febrero.– Con motivo del Día Internacional de la Epilepsia, el ISSSTE exhorta a la población a erradicar la estigmatización y discriminación de pacientes y sus familias, así como a generar empatía y solidaridad con las personas para mejorar su calidad de vida, afirmó el director general, Pedro Zenteno Santaella.
Informó que la epilepsia es el principal motivo de consulta en los servicios de neurología y que se trata de un padecimiento tiene muy altas posibilidades de control mediante tratamiento farmacológico; sin embargo, la estigmatización causa daño psicológico y desfavorece la integración social.
Se trata de una enfermedad cerebral crónica no transmisible, pero, según señala la jefa del Servicio de Neurología del Centro Médico Nacional “20 de Noviembre”, Lilia Núñez Orozco, en la actualidad persisten prejuicios sociales que asocian la epilepsia con la brujería; retraso mental o conductas peligrosas.
La especialista manifestó que la discapacidad más grave que afecta a quienes viven con epilepsia es la psicosocial, por el trato limitante de la sociedad. “Queremos concientizar a la gente de que la persona con epilepsia es como cualquier otra y no se le deben negar las oportunidades porque no hay razón para ello”.
Detalló que la epilepsia es un desarreglo eléctrico en el cerebro; por lo tanto, es una enfermedad física.
Provoca una especie de corto circuito espontáneo que da lugar a crisis epilépticas con diversos síntomas, desde leves y sutiles hasta graves y aparatosos.
Estas crisis se presentan periódicamente y de forma impredecible, ocasionan un fenómeno brusco al inicio, con una duración muy corta.
Hay muchos tipos de crisis, y los síntomas de presentan dependiendo de la zona del cerebro donde ésta se produce, explicó la especialista.
Puede afectar las zonas motoras y producir convulsiones, caídas, sacudidas en algunas partes del cuerpo o reflejos autómatas como movimientos sin un objetivo.
El ataque generalizado tónico clónico –convulsión que compromete todo el cuerpo-, es el tipo de crisis más conocida: la persona pierde la consciencia, puede emitir un grito, el cuerpo se pone rígido y luego sacude brazos y piernas de manera rítmica; sin embargo, este ataque no se presenta en todas las personas con epilepsia.
Cuando las crisis suceden en varias ocasiones a una persona, a eso le llamamos epilepsia, puntualizó.
Existen múltiples factores que pueden causar epilepsia: genéticos, malformaciones del desarrollo del cerebro que suceden durante la gestación, secuelas de infecciones padecidas en edades tempranas, golpes en la cabeza que dejan lesiones con cicatrices y un grupo de epilepsias de causa desconocida, detalló.
Cualquiera que sea el motivo, en la mayoría de los casos este padecimiento puede controlarse al cien por ciento si se prescribe el tratamiento apropiado a base de fármacos antiepilépticos; para lograrlo es necesario que los pacientes tomen el tratamiento estrictamente en horarios establecidos y por un tiempo largo, por lo menos cuatro años después de la última crisis, concluyó.
Los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan que la epilepsia afecta a 50 millones de personas en el mundo, por lo que el instituto se suma a la comunidad internacional para contribuir a mejorar sus condiciones generales de vida, adicionales a su tratamiento médico.