Entró en vigor la undécima Revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) de la Organización Mundial de la Salud
Washington, D.C. – Se puso en línea la última actualización de la CIE, la cual es la base para identificar las tendencias y estadísticas sanitarias, y contiene unos 17 mil códigos únicos para lesiones, enfermedades y causas de muerte, respaldados por más de 120 mil términos codificables.
Mediante el uso de combinaciones de códigos, ahora se pueden codificar más de 1,6 millones de situaciones clínicas. Es decir que se trata de un lenguaje común que permite a los profesionales de la salud compartir información estandarizada en todo el mundo.
Destaca que, en comparación con las versiones anteriores, la CIE-11 es totalmente digital, con un nuevo formato de fácil uso y capacidades multilingües que reducen la posibilidad de error.
Fue compilado y actualizado con la contribución de más de 90 países y una participación sin precedentes de los profesionales sanitarios, lo que ha permitido pasar de ser un sistema impuesto a los clínicos a una base de datos de clasificación clínica y terminología verdaderamente habilitadora que sirve para una amplia gama de usos para registrar e informar de las estadísticas sobre salud.
«La clasificación internacional de enfermedades es la piedra angular de un sólido sistema de información sanitaria», afirmó Samira Asma, subdirectora General de Datos, Análisis y Prestación de Servicios para el Impacto de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Agregó que la CIE ha sido fundamental, “para ayudarnos a responder a la pandemia de COVID-19 utilizando datos estandarizados” y, apuntó sigue siendo crucial para el seguimiento de los avances hacia la cobertura sanitaria universal.
“Esperamos que todos los países aprovechen las nuevas y potentes características de la CIE-11″, dijo.
Entre otras actualizaciones, la CIE-11 mejora la claridad de los términos para el público en general y facilita la codificación de detalles importantes como la propagación de un cáncer o el lugar exacto y el tipo de una fractura.
La nueva versión también incluye recomendaciones de diagnóstico actualizadas para las afecciones de salud mental y la documentación digital de los certificados COVID-19.
Destacó la funcionaria de la OMS que dichas actualizaciones reflejan el progreso reciente de la medicina y los avances en la comprensión científica.
Citó como ejemplo, los códigos relativos a la resistencia a los antimicrobianos que están ahora alineados con el Sistema Mundial de Vigilancia de la Resistencia a los Antimicrobianos (GLASS, por su sigla en inglés).
La CIE-11 también es más capaz de captar datos sobre la seguridad de la atención sanitaria, lo que permite identificar y reducir los acontecimientos innecesarios que pueden perjudicar la salud, como los flujos de trabajo inseguros en los hospitales.
La CIE es utilizada por las compañías aseguradoras de salud, que toman decisiones de reembolso basándose en la codificación de la CIE, por los gestores de los programas nacionales de salud, por los especialistas en recopilación de datos y por cualquier persona que siga los progresos de la salud mundial y determine la asignación de recursos de salud.
«Un principio clave de esta revisión ha sido simplificar la codificación y proporcionar a los usuarios todas las herramientas electrónicas necesarias, lo que permitirá a los profesionales sanitarios registrar las afecciones de forma más fácil y completa», dijo el Dr. Robert Jakob, jefe del equipo de Terminologías y Normas de Clasificación de la OMS.
Además de las actualizaciones de la codificación y las capacidades, la CIE-11 incluye nuevos capítulos sobre medicina tradicional, salud sexual y trastornos por videojuegos, que se han añadido a la sección de trastornos adictivos.