Hay una investigación en curso sobre los contratos que otorgó Pemex a la empresa petrolera Baker Hughes, tras el escándalo en el que está involucrado el hijo mayor de AMLO, quien retó que si tienen pruebas que las aporten
Ciudad de México.- El escándalo apunta a que el primogénito del jefe del Ejecutivo vivió en una mansión en Houston, Texas, propiedad de la empresa, que emitió un comunicado en el que desmiente que la casa ocupada por José Ramón López y su esposa.
Durante la conferencia de prensa en Palacio Nacional, el primer mandatario afirmó que está seguro de que pese a la investigación, “no van a encontrar nada, absolutamente nada”. Advirtió que en su gobierno no se protege a nadie, ni siquiera a sus hijos, por lo que se debe investigar.
Las versiones del acontecimiento se suscitaron el fin de semana anterior y tuvieron profusa difusión en los medios y en las redes sociales acusando corrupción de los hijos del jefe del Ejecutivo, por lo que López Obrador salió en defensa por segundo día consecutivo.
“Todo esto que difundieron muchísimo, lo mismo si tienen pruebas que las presenten, nosotros no protegemos a nadie, yo estoy aquí para cumplir con el mandato popular de desterrar la corrupción, de todas esas lacras de la política que prevalecían, el amiguismo, el influyentismo, el nepotismo, no permitir nada de eso”.
Reiteró que no permitirá la corrupción de nadie, ni de su familia. “Trátese de quien se trate, aunque sean mis hijos, pero sí les puedo decir que no somos iguales, nosotros tenemos principios, tenemos ideales”.
López Obrador expresó que ya está abierta la investigación. Se tendrá que aclarar “¿de quién es la casa?, ¿qué contratos recibieron de Pemex?, ¿quién los autorizó? Pues no van a encontrar nada, absolutamente nada”, sostuvo con firmeza.