Como un “fruto podrido de la descomposición social” fue calificado por el presidente Andrés Manuel López Obrador el hallazgo del cuerpo de un bebé en el basurero de un reclusorio en Puebla. “Son hechos lamentables que no deberían de suceder”, dijo con tono enérgico
Se remitió de nueva cuenta a lo que denominó la “degradación social de la que veníamos”, en referencia a sus antecesores, a los que dijo que se olvidaron de la gente y su único objetivo era robar el patrimonio del pueblo; enriquecerse a costa de lo que fuera sin tomar en cuenta a la gente.
“Es un fruto podrido de la descomposición social; son hechos lamentables que no deberían de suceder, pero tiene que ver con el pasado reciente, eso es lo que nos dejó la política neoliberal”.
Al ser cuestionado en el Salón Tesorería sobre el cuerpo del infante que fue encontrado, el jefe del Ejecutivo sostuvo –como lo ha hecho en sus diarias declaraciones- que este hecho es herencia que dejó la política neoliberal, por lo que la única manera de enfrentar esa degradación es con una transformación.
“El porfiriato desembocó en una revolución y el neoliberalismo desemboca en una crisis profunda en lo económico, en lo social y en lo moral y la única manera de enfrentar esa descomposición, esa crisis, es con una transformación, como se está haciendo y poniendo el ejemplo desde la autoridad”.
Durante la conferencia de prensa en Palacio Nacional, López Obrador reiteró que durante el periodo neoliberal “las autoridades del más alto nivel se dedicaban a violar las leyes, al robo, a la frivolidad; si no robaban ellos de manera directa, lo permitían”.
De nueva cuenta sacó su pañuelo blanco para presumir que desde la Presidencia se continúa combatiendo la corrupción y afirma que ya no hay en los altos niveles, porque ya no hay sobornos como los hubo de parte de las empresas Odebrecht, Iberdrola y OHL.