En unos cuantos días se habrán definido las candidaturas de los personajes que son noticia, para encabezar las principales corrientes políticas del estado que buscan la Gubernatura de Hidalgo: El Movimiento de Regeneración Nacional, con Julio Ramón Menchaca Salazar, encabeza las preferencias electorales en el estado de Hidalgo. El Revolucionario Institucional, con Carolina Viggiano, va en el sitio que le corresponde, con 90 años de prestigio, para bien o para mal, del tricolor en el poder.
Acaso por la ignorancia de lo que es el mundo, pero quizá por lo incierto del destino y el signo de nuestra misera existencia, en más de una ocasión pensé que a los cincuenta años de edad, es decir, hace 21 años, estaría viviendo en las Islas Baleares, específicamente, en Mallorca.
Desde muy temprana edad, la vida misma me llevó de Xochimilco, a vivir a San Pedro Garza García, cerquita, muy cerquita de Monterrey, Nuevo León, cuando solo había veredas y huizachales, solían decir mis tíos, que trabajaban en aquellos lares, pero encontraban estimulante tener a Monterrey a tiro de migajón.
Anoche tuve tiempo para platicar largo y tendido con Guillermo García, a quien conocí durante la campaña política que llevó al Gobierno de Hidalgo a Manuel Ángel Núñez Soto, y con quien disfruté de unos buenos tragos entre plática y plática, arreglando los problemas de la humanidad de aquel no tan lejano fin del Siglo XX.
Si, le comenté a “Memo”, que en aquel entonces me hubiera gustado comprar un espacio para vivir en Pachuca, “La Bella Airosa”; las cosas marchaban bien, el trabajo estaba asegurado y las relaciones de amistad, de trabajo, se daban muy bien,
Además de Núñez Soto, conocí a Miguel Ángel Osorio Chong, a Francisco “Paco” Olvera, a Esteban Ángeles Cerón; ah, sí, desde luego, conocí a Alberto Meléndez Apodaca. En aquellos días, me hubiese gustado laborar en “Hidalgo Radio y Televisión” y, en el Inter, adquirir un espacio para dejar la ciudad de México e irme a radicar a Hidalgo.
Y sí, regresando unas cuantas líneas; luego de visitar innumerables poblaciones en el país, especialmente Acapulco, que conocí cuando un grupo de amigos de Xochimilco, encabezados por Efrén Romero Acuña, comenzamos a encontrarle el gusto a las playas mexicanas, a la comida popular en el mercado de la Progreso; caminar por las playas de Caleta, recorrer la Costera Miguel Alemán.
“Quédese a trabajar acá, don Leonardo”, me decía a mis catorce años, el dueño de la casa de huéspedes que, por cinco pesos la noche, nos dejaba pernoctar en su “residencia”.
Ya periodistas, acudí, al través de los años o quizá lustros o décadas, a innumerables giras de trabajo en nuestro país, México, poco antes de viajar a los Estados Unidos, a Los Ángeles e irremediablemente, a Anaheim, a Disneylandia, como cualquier hijo de vecina.
Pero también, a los 26 años, por vez primera a España, las principales ciudades, empezando por Madrid, Barcelona, Segovia, Sevilla, Granada; ah, Granada, de Agustín Lara que nos obsequió un buen vino en una tasca, por ser mexicanos.
Ah, sí, pero llegar a las Islas Baleares fue algo regio, diferente, único… En aquel momento me dije; me gustaría vivir, a partir de los cincuenta años, en España, en las Islas Baleares.
Hoy, con 71 años de edad y miles de kilómetros recorridos por México y por el Mundo, mi pensamiento es diferente; he conocido innumerables ciudades, Nueva York, Madrid, Paris, Londres, Múnich, Ámsterdam, Bangkok, Shanghái, Montevideo, Bahía, en Brasil; ah, San Juan, Puerto Rico (que bien se come en el restaurante Mallorca), y pá no dejar, Antigua, Guatemala (Bueno, Nueva Delhi).
Si, pero luego de estar doce años de manera casi religiosa, un día a la semana para hacer el programa Causa y Efecto en Hidalgo Radio y Televisión (Gracias, Miguel Ángel Islas Chío, profesor), me tocó ver el desarrollo que bien ganado, ha temido Pachuca y la zona conurbada; sus principales municipios, el trabajo en obra pública, en desarrollo social, económico.
Se fue Manuel Ángel Núñez Soto; en su tiempo, el licenciado Julio Ramón Menchaca Salazar fue Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado, de Hidalgo, claro está; llegó Miguel Ángel Osorio, a la postre, secretario de Gobernación y hoy mismo Senador de la República; Francisco “Paco” Olvera y, hoy mismo, Omar Fayad Meneses.
Si hoy tuviera y pudiera escoger, buscaría un pedacito de cielo para vivir en el estado de Hidalgo; una entidad que respira tranquilidad social, trabajo fecundo y creador y un futuro halagüeño.
En unos cuantos días se habrán definido las candidaturas de los personajes que son noticia, para encabezar las principales corrientes políticas del estado que buscan la Gubernatura de Hidalgo: El Movimiento de Regeneración Nacional, con Julio Ramón Menchaca Salazar, encabeza las preferencias electorales en el estado de Hidalgo. El Revolucionario Institucional, con Carolina Viggiano, va en el sitio que le corresponde.
En futuro es incierto en tanto no se trabaje para alcanzar los objetivos de vida; estoy seguro de que don Julio Ramon Menchaca Salazar, Presidente de la Comisión de Justicia en el Senado de la República, trabaja desde hace tres o cuatro años, quizá más, para ser gobernador de la entidad que le vio nacer en Pachuca de Soto…
Carolina Viggiano, diputada Federal, secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional, busca ser la abanderada de la coalición que tiene su partido con Acción Nacional y con el Partido de la Revolución Democrática: la senadora Xóchitl Gálvez tiene su corazoncito y, seguramente, late por una gubernatura en su futuro.
Si, “París bien vale una misa”; Pachuca, “La Bella Airosa”, también vale una misa.
Bumerang. – Jorge Márquez Alvarado, buen mensaje a la unidad partidista, la reconciliación y buenos deseos de bienestar para todos en este 2022, del presidente Municipal de Tulancingo. “Quiero compartirles esta reflexión en torno a los acontecimientos relacionados a la definición de convenios de coalición y postulaciones rumbo a la gubernatura de Hidalgo. Como priísta desde hace 47 años, considero que algunas de las grandes virtudes de nuestro instituto político son la institucionalidad, la unidad, la lealtad y la política de altura, y éstas, sólo se alcanzan mediante el diálogo, el respeto y la generación de acuerdos. Nos encontramos de frente a un proceso electoral de máxima importancia para el priismo hidalguense y el priismo nacional, donde la prudencia, la concordia y la armonía deben prevalecer. Por el bien del PRI, por el bien de Hidalgo, ¡por el bien de México!”