Por Leonardo Valadez C.
Dos fueron mis grandes maestros: Dos. Juan Jaime Larios y Leopoldo Meraz, “El Reportero Cor”. El primero de ellos en El Universal, y el segundo, en el Universal Grafico, y aunque laboré de manera simultánea en Ovaciones Primero y Segunda Edición, fue escasa mi cercanía con Héctor Pérez Verduzco, el excelente reportero de Espectáculos, de manera que reportear para sus correspondientes Secciones de Espectáculos era, lo mejor que podría pasarme un día cualquiera, en que me tocara suplencia ante el descaso de los reporteros titulares de esa “fuente” de información.
Tanto en El Universal como en El Universal Grafico, en Ovaciones Primera y Ovaciones Segunda edición (ah, la página tres, la más vista de esos diarios en los años que finalizaban los sesenta para iniciar la década de los setenta), el Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa, del que era miembro activo, tenía como sistema y supongo en sus respectivos Contratos Colectivos de Trabajo, el que reporteros y reporteras fueran suplentes de los de planta, y tuvieron oportunidad de trabajo siempre que los titulares estuvieran de vacaciones, permiso o simplemente, se reportaban enfermos o ausentes.
El caso es que muchas noches de aquellas solía yo pasarla en los Centros Nocturnos de la Ciudad de México; medio recuerdo que empezaba por la Carpa Olímpica, la Carpa México, (Alfonso Zayas, Borolas), el Mink, el Rendez Vous, en donde, ya lo he dicho, laboraba mi amiga Nicté, a quien solía recoger en su domicilio, acompañarla a su trabajo, en donde era cantante (su señor padre, también era cantante), y luego que terminaba su turno, dejábamos el centro nocturno que si mal no recuerdo estaba en frente del Palacio de Bellas Artes, para irnos al Continental, a disfrutar la noche en su cabaret, pues ¡Todos Queremos ver a Olga!
Olga Breeskin tenía uno de los mejores espectáculos nocturnos de la Ciudad de México; el sitio en el que se presenta solía estar lleno cualquier día de la semana, tanto por el turismo nacional y extranjero, acaso huéspedes de El Continental Hilton, o de los asiduos (como nosotros), de la mismita ciudad de México, en ese Momento, el Distrito Federal que tan bien retrató el extraordinario “Chava Flores” en sus canciones de corte popular: ¡Sábado Distrito Federal!
Pero como la noche era joven, de ahí, ya con más de compañía, pues algunos y algunas de las integrantes del Ballet de Olga se unían a nuestro recorrido y terminábamos en El Señorial, ya en plena Zona Rosa. Desde luego, cualquier pensaría que yo era un Bon Vivant, un Sibarita o Bohemio, pero nada de eso, la realidad es que en cada uno de los sitios a los que llegaba, entre buenos tragos y mejor comida (botanas de menos), mi libreta y mi plumón eran los que trabajaban:
Entrevistas a los artistas del momento, a las Reinas del Espectáculo como Rossy Mendoza en El Cadillac, Yadira del Valle, en la Carpa México, Olga Breeskin, en el Continental: Enrique Guzmán, en el Teatro Insurgentes, Julio Alemán, Javier López, Héctor Suarez. ¡Macaria!, y en otros escenarios, Manolo Fábregas… La Tigresa, Irma Serano muy cerca del Senado, en el Fru Fru.
Muy lejos queda este relato de dos novelas extraordinarias de Ángel Trejo, de Ixmiquilpan, Hidalgo, si mi memoria no fallas, con “Timba” y “ Danzón Dedicado”, o de los cuentos cortos de Roberto López Moreno, quien esta estrenando obra literaria de relieve internacional; él radica y sigue triunfando en Chiapas; su “Arca de Caralampio”, extraordinaria novela; “Yo se lo dije al Presidente”, serie de cuentos cortos que, la verdad, me hicieron llorar cuando los leí en Nueva Delhi, pues llevé a una gira alrededor del Mundo algo para leer en los tiempos muertos…
Pero vayamos a Garibaldi; un sitio de extraordinario atractivo para propios y extraños, aunque quienes más lo disfrutan son los turistas que vienen de “extranjía” como dinero un veterano periodista de los espectáculos: El Teatro Blanquita y, en su Marquesina, con letras enormes: La Extraordinaria Carmen Salinas. Y sí, disfrutar del espectáculo que nos brindaba en ese entonces la polifacética Carmen Salinas (ahora Carmelita Salinas) era en verdad para disfrutarse; años más tarde mis cuitas se trasladarían a Centros Nocturnos de París, de Madrid, de Nueva York, acaso de La Habana, de San Juan, en Puerto Rico… Ámsterdam, Bangkok ¡Ya no hablemos de Madrid! De Barcelona… Los Tablaos en Sevilla. Las Noches en las Granada, en las Islas Baleares. Ah, mi Fios, si hoy tuviera que irme de este mundo, en verdad que mucho mes has dado; me iría con una gran sonrisa en el rosto; ¡Vida, nada me debes! ¡Vida, Estamos en Paz” Amado Nervo!
Ayer (decíamos ayer; si, son las dos de la mañana y sigo preparando este despacho de prensa), decíamos ayer, y así lo publicado en las páginas de El Universal Grafico, de El Universal, con fotos propias del extraordinario equipo de Reporteros Gráficos de estos diarios de singular importancia: Los Hermanos Quevedo, Fonseca, Juan Sevilla Medina… Entrevistas, reportajes, noticias del espectáculo y, siempre en primer lugar, Carmen Salinas, quien me brindaba su amistad, si no por ser quien soy, sí por aquello de ser Reportero de Espectáculos de Los Universales.
Carmelina Salinas está delicada de salud, su edad avanzada para no haberle avisado que debería descansar y lo mismo trabaja como diputada federal, hará una o dos legislaturas en San Lázaro; en telenovelas y quizá en presentaciones personales: carmelita Salina da en estos momentos la gran batalla; aunque no es en realidad si su batalla es para llevar como la Reina que es ante Dios Padre Todopoderosos, o porque quiera permanecer en este gran mundo nuestro… Carmelita Salinas reclama mis oraciones, mismas que estaré dedicando a su persona a partir de las 03 de la madrugada con sus correspondientes 33 minutos, pues desde hace décadas y lustros, mis oraciones se dan a esa hora de la noche:
Aunque dicen que las 03: 33 es la Hora del Señor de los Infiernos, para mí no es más que un momento de agradable soldad en la que puedo platicarle a Mi Dios, lo que debo agradecerle, o que debo pedirle, lo que me gusta hablar con él: Hoy tengo dos motivos para rezar y, en mis oraciones, el Abuelito de una de mis Hijas, cuyo abuelo materno estará cumpliendo los Nueve Días de que emprendió en Gran Viaje… Que Dios lo tenga en su Santa Gloria y, a Carmelita Salinas, que Dios le de lo que ella merece, por ser una de las Reinas de la Noche, a quien más debemos los habitantes de esta Gran Tenochtitlan, de nuestro Distrito Federal de Ángel Trejo, de Chava Flores; La Muy Noble y Leal, Ciudad de México. ¡Dios proteja a nuestra Carmelita Salinas!
Búmeran. – Decíamos ayer, el Once de Marzo de 2015: Si bien es cierto que, en la agencia de noticias, Notimex, mi labor periodística me llenó de enormes satisfacciones; también lo es que mis pinitos en el medio citadino los realicé en El Gran Diario de México, El Universal y, desde luego, en El Universal Gráfico. Antes de viajar por muchos lugares de Europa, Asia, algo de África y en nuestro Continente; lo mismo en trabajos especiales auspiciados por mi intuición periodística; que por invitaciones de gobiernos extranjeros e incluso en viajes de carácter Presidencial; El Universal, me dio la primera oportunidad de laborar como “reportero suplente”, cubriendo las más diversas “fuentes” informativas. Dos me llamaron la atención: Espectáculos y Culturales, que es una, y Sociales que es la otra. Para Sociales, doña Yolanda Cabello fue una extraordinaria periodista que nunca se fijó en que yo era uno de los pocos “suplentes” que buscaban trabajar con ella; en Espectáculos, don Juan Jaime Larios siempre estaba al pendiente de los artistas y eventos del momento para propiciar una sana divulgación del mundo de las candilejas.
Mención especial para el periodista de espectáculos y “hacedor de estrellas”, Leopoldo Meraz, “El Reportero Cor”. Un personaje de entre los artistas, hombres y mujeres que se presentaban en las “tablas” de la ciudad de México, lo fue para mí doña Carmen Salinas, a quien solía entrevistas en el Teatro Blanquita. En otras carpas estaban Borolas, Zayas; vamos, Rosy Mendoza, Yadira del Valle; en el Insurgentes, Enrique Guzmán…
Javier López, “Chabelo”. Y, sí, por las noches me iba a “bulevardear” y de cuando en cuando entraba a los sitios de moda para escuchar a “Carmela y Rafael”; a Olga Breeskin en el Hilton Continental, extraordinaria mujer, como artista, como persona, como amiga; cantantes de moda “Nicté”; por el rumbo de Insurgentes al llamado “Lujo de México”, Marco Antonio Muñoz, a “José José”, a tantos otros.
Pero Carmelita Salinas tenía (y sigue teniendo) su encanto. Hablar con ella de sus imitaciones; de sus amigas las cantantes que le festejaban la imitación, su voz… Y el tener siempre una opinión favorable para sus compañeras y compañeros de trabajo menos favorecidos…Fue en el Blanquita en donde me presentó a una “vedetriz” sorda y muda: En serio, así me la presentó. Se hizo una entrevista que gustó mucho al respetable.
El caso es que Carmen Salinas es hoy en día candidata a diputada federal, plurinominal, del Partido Revolucionario Institucional. Ahora que me da por tundirle a la máquina con aquello que sucede en San Lázaro, que en estos días sesiona la LXII Legislatura del Congreso de la Unión y, en verdad, creo que esta mujer tiene mucho que hacer en la tribuna, en comisiones, en donde quiera que se presente pues, a no dudarlo, Carmen Salinas es una verdadera, auténtica representante de las clases populares. En otros tiempos, ya en el Congreso, pude platicar ávidamente con María Elena Márquez, en la Cámara de Diputados que tenía como recinto el palacio de Donceles y Allende. No abrigo duda alguna, de que Carmen Salinas hará un papel decoroso en la LXIII Legislatura de la Cámara de Diputados.
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