Era la pregunta sin respuesta que continuamente se repetía en la mente de los planetarios. La teoría de que el mono había tomado el anillo, comenzaba a tener sentido. ¿A quién más podría entregar el valioso anillo Ma-Ti?
Si él estuviera vivo, lo llamaría con el pensamiento, telepáticamente con el poder del anillo, sólo Ma- Ti, tenía ese poder, nadie más podía comunicarse con los animales. Para el resto de los aldeanos, rastrear a un animal no sería difícil, siempre y cuando dejara huellas en el suelo, cosa que habitualmente no hacen los monos capuchinos puesto que siempre andan en los árboles. Luego entonces, era una tarea casi imposible.
Pasaron algunas semanas hasta que finalmente encontraron el cadáver del animalito, en avanzado estado de descomposición, era una madeja de pelo apenas reconocible por el collar que Ma-Ti le había puesto. Encontraron en su abdomen restos de metal, esquirlas de bala provenientes seguramente de la pistola que había detonado aquella mujer un mes antes, ese fatídico 2 de junio. Lo encontraron a 20 kms al noreste de la aldea, una gran proeza para un animal tan pequeño de una especie que habitualmente se concentra en un radio de 5 kms y nunca migra. ¿Quién lo hubiera pensado? Suchi, herido y todo, había intentado cumplir una misión, de haber estado sano, tal vez hubiera podido llegar a Río de Janeiro en 3 o 4 días, brincando entre las ramas de los árboles.
Pero él no traía el anillo. En su cuerpo no había nada. Con él, murió toda esperanza de recuperar el anillo, que ahora se encontraba perdido en la selva. Cuando la noticia fue comunicada a los planetarios, una gran tristeza los invadió.
- ¿Entonces eso es todo?- habló primero Wheeler. – No vale la pena seguir. Bueno chicos, fue muy divertido y todo, pero yo me regreso a California a vivir una vida normal, al demonio todo.
No hubo poder humano que lograra detenerlo, simplemente se marchó de la aldea en ése mismo momento, caminó hasta Río de Janeiro y tomó el primer vuelo de regreso a casa. “Volvió a una vida normal”, cambió su número de teléfono y de él nunca más se supo nada, ya no regresó al Sequoia National Park, simplemente se perdió en el tiempo.
Aunque Kwuame, Yi y Linka, permanecieron en la aldea unos días más, al final, también se marcharon sumidos en la desesperanza pero jamás dejaron de pelear. Kwuame, se fue al destierro, decidió seguir viviendo como ermitaño en el Congo, con el paso del tiempo, se convirtió en una especie de leyenda, las tribus locales hablaban de un hombre-sombra que habitaba en la selva y la protegía, pero a quien jamás se le podía ver. Era como un fantasma errante, solitario e insignificante a quien los empresarios madereros y mineros que antaño le habían declarado la guerra, dejaron de buscar, simplemente, ya no era una amenaza para sus intereses.
Linka regresó a Ucrania, donde concluyó con sus estudios, se volvió abogada y continuó, sin éxito su campaña contra la energía nuclear, nunca más volvió a utilizar el anillo, porque ello la delataría; sus enemigos la matarían como lo habían hecho con Ma-Ti. Ella pensó que la mejor manera de proteger al anillo, era, precisamente, dejar de llamar la atención. Un extraño presentimiento, disfrazado de esperanza anidaba en su pecho, algo en su ser le decía que tarde o temprano, el anillo de Ma-Ti re- aparecería y el equipo volvería a estar completo, aunque no lograba contactar a Wheeler ni a Kwuame, que se habían autodesterrado y cortado toda comunicación.
Con quien si mantuvo contacto, fue con Yi. Quien, sin llamar la atención, continuaba utilizando el anillo con el poder del agua. Trabajaba, de cierta manera, encubierta, pues había estudiado ingeniería hidráulica y colaboraba en la construcción de presas, sistemas de suministro de agua potable, drenaje y alcantarillado en su país. Disimuladamente, continuaba combatiendo la contaminación. Era también inspectora federal y cuando una empresa, no cumplía con los protocolos de uso correcto del agua, emitía la sanción o multa correspondiente. Cuando había algún incendio forestal, casualmente se rompía alguna presa y el agua apagaba el incendio. O cuando ella notaba que algún negocio local o una familia común y corriente, contaminaba demasiado, causaba, con el poder del anillo que alguna tubería del sistema subterráneo se rompiera, causando una inundación o la suspensión provisional del servicio. Nada que pareciera anormal, para lo llamar la atención.
Y así pasaron treinta años de silencio hasta que una noche Gaia se volvió a manifestar en sus sueños, con un mensaje: “tenemos un nuevo corazón, el anillo apareció”.
“Linka, por favor dime que no fue un sueño” fueron las palabras que leyó Linka, en su teléfono inteligente al amanecer. Yi le había enviado el mensaje.
A lo cual respondió “ también lo soñaste tu “.
“Es Gaia, nos está buscando otra vez”. Escribió Yi.
“¿Que significará eso de que tenemos un nuevo corazón?”. Respondió Linka
“¡El anillo apareció!, ¿Quién lo habrá encontrado?”. Fueron las palabras que devolvió Yi en su mensaje.
“¿Dónde lo habrán encontrado?. Recorrimos esa selva por semanas sin lograrlo. ¿Aquel que lo tenga, será nuestro amigo o enemigo?”. Texteó Linka.
“Si Gaía dice que tenemos un nuevo corazón, supongo que es amigo”. Contestó Yi.
Y AQUELLA CONVERSACIÓN DE MENSAJES DE TEXTO FUE INTERRUPIDA POR UN NUEVO MENSAJE TELEPÁTICO: “Vuelvan a Río, al punto donde todo se detuvo”.
“ ¿Lo sentiste?”
“Sí, ahora sabemos dónde empezar”
“ ¿crees que vayan los otros. ¿Seguirán vivos?¿Que se habrán hecho?”
“Pues viejos, igual que nosotras, jajajajaja.”
“jajaja. Te veo en Río en dos días, nos escribimos cuando lleguemos”
“Pero, cómo encontramos a los demás, no hemos sabido nada de ellos en treinta años, no tenemos sus correos electrónicos, números de teléfono ni manera de rastrearlos”
“Hace 30 años tampoco los teníamos y Gaia nos reunió. Es más, ni siquiera hablábamos el mismo idioma”
“Aprender a hablar inglés no fue tan difícil, lo difícil fue entenderte con tu acento ruso, querida Linka”
“Menos mal que ahora tenemos éstas aplicaciones en los celulares para comunicarnos de manera escrita, así ya no tengo que oír tu English-Chinesse mix”.
“ See you in Rio”
“ I hope so”
Continuará…
Chaneke Verde
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