Dinamarca se enfrentará a Inglaterra en el partido de la semifinal el próximo miércoles.
Bakú, Azerbaiyán.-El espíritu de la Eurocopa de Suecia 1992 se instaló en la selección de Dinamarca del año 2021, semifinalista sorprendente tras eliminar a la República Checa después de ganar 1-2 y alcanzar una ronda inédita en el cuadro escandinavo desde hace casi treinta años.
La República Checa vendió cara su derrota con una reacción inesperada cuando parecía acabada. El 0-2 de la primera parte no hizo hincar la rodilla a un grupo de jugadores que se levantó cuando parecía caído para engrandecer la eliminatoria de las selecciones sorpresa.
Dinamarca fue la encargada de golpear primero. Muy pronto, a los cinco minutos, se adelantó en el marcador con un cabezazo de Thomas Delaney a la salida de un córner. Sólo entre las torres checas, se encontró con un regalo que no desperdició.
Su tanto fortaleció la idea danesa, que saltó al terreno de juegos con los mismos que arrasaron a Gales 0-4 pese a recuperar a Yussuf Poulsen y a Daniel Weiss. El técnico Kasper Hjulmand decidió no tocar aquello que funcionó y Dinamarca mantuvo el nivel pese a la resistencia de sus rivales.
Compactos, serios en defensa y, sobre todo, muy rápidos al contragolpe se erigieron como los dueños del partido. Los grandes jugadores daneses de la Eurocopa carburaron a las mil maravillas. La consistencia de Simon Kjaer, la imaginación de Mikkel Damsgaard, la insistencia de Joakim Maehle y el acierto de Kasper Dolberg, cimentaron un equipo serio para acercarse a las semifinales.
Damsgaard, en dos ocasiones, y Delaney, pudieron hacer el segundo antes del descanso, pero fue Dolberg, al límite del final de los 45 primeros minutos, quien dejó muy encarrilado el partido con una volea tras una asistencia de Maehle con el exterior del pie derecho. El lateral del Atalanta, con su espectacular pase, volvió a pedir a gritos un hueco en el once del conjunto italiano.
Enfrente, con Patrik Schick desaparecido, el cuadro checo solo pudo intimidar a Kasper Schmeichel con una volea de Petr Sevcik y un remate de Tomás Holes. El delantero del Leverkusen no tuvo ninguna presencia en el acto inicial, pero en la reanudación, con un solo toque, igualó a Cristiano Ronaldo con cinco goles en la Eurocopa y metió a su selección en el partido.
La República Checa salió en tromba del vestuario, a por la remontada. No tenía tiempo que perder y a los dos minutos Schick puso picante al duelo tras rematar un centro de Vladimir Coufal desde la banda derecha. Los hombres de Jaroslav Silhavy se encontraron con una oportunidad, pero no pudieron aprovecharla.
Dinamarca no se relajó, aguantó bien a su rival, sufrió algún que otro susto e inquietó con Poulsen a la cabeza. Al final, la República Checa no pudo cambiar el destino. Estaba escrito que el equipo de Hjulmand, como la Dinamarca de 1992, comenzaría con un sobresalto, en su caso el desmayo de Eriksen, y acabaría soñando con un título que hace casi tres décadas consiguió por sorpresa.
Hidalgo Sport