Sus políticas sobre migración y derechos a la comunidad LGBTQ han causado controversia
Viktor Orbán, primer ministro de Hungría ha sido acusado de practicar una política social radical en temas de inclusión y se le ha señalado de llevar un gobierno conservador y represivo. Orbán fue elegido mandatario en el 2010, sin embargo, no es la primera vez que se desempeña en él, ya que durante el año 1998 y 2002 ya había ocupado el cargo.
El pueblo húngaro recientemente se alzó en protesta contra la legislación que prohibiría las conversaciones sobre la homosexualidad e identidad de género en las escuelas, impulsadas por el partido político del mandatario. Asimismo, su gobierno redefinió el matrimonio en la Constitución como la unión entre hombre y mujer, la adopción limitada a parejas homosexuales y la prohibición del estatus legal de personas transgénero. Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) pidió a Hungría mitigar la discriminación contra niños LGBTQ+ y el partido húngaro opositor Momentum pidió un boicot de la votación del Parlamento, argumentando, la ley pondría en peligro a la comunidad.
Anteriormente, en el año 2018 las políticas migratorias del gobierno húngaro implementadas en la ley «Stop Soros» fueron cuestionadas por la ONU como restrictivas al derecho de asilo. «El Gobierno ha llevado a cabo campañas de difamación contra la sociedad civil, en particular en relación con cuestiones migratorias, desacreditando e intimidando», señalaron los expertos en derechos humanos.
También reiteraron, los ataques son contrarios a las obligaciones de Hungría en virtud del derecho internacional de los derechos humanos. Esto representan una violación grave por parte de Hungría de las obligaciones y valores que fundó la Unión Europea, de la que es miembro. Instituciones internacionales e intergubernamentales como el Consejo de Europa, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, la Comisión Europea y Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos han condenado las decisiones del gobierno encabezado por Orbán.
Incluso la canciller de Alemania, Angela Merkel, señaló a Orbán la importancia de la democracia y el respeto a las diferencias durante una visita en 2015 a Budapest. También lo instó a apreciar el papel de la oposición, la prensa y la sociedad civil, luego de las acusaciones que recibió el mandatario por la oposición de pretender socavar la separación de los poderes del Estado y no respetar la libertad de prensa.
Actualmente Hungría se encamina rumbo a sus elecciones en 2022, donde hay seis partidos políticos húngaros a la expectativa de terminar con la mayoría absoluta del partido Fidesz, al cual pertenece Viktor Orbán, en el parlamento. En dicha coalición unen fuerzas con el objetivo de acabar con las políticas del actual gobierno húngaro y restaurar el «Estado de derecho» en Hungría, según señalan los opositores del primer ministro.
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