El calor extremo, ha comenzado en nuestro estado y debemos prepararnos para mantener una buena hidratación, no solo pone a prueba nuestra resistencia física, sino que también puede afectar nuestra salud de manera que a menudo no percibimos, provocando mareo, dolor de cabeza, calambres, cansancio, entre otros.
Por: Ilse Jiménez.
Cuando las temperaturas suben, nuestro cuerpo comienza a liberar calor de diversas maneras, principalmente a través de la transpiración. El sudor ayuda a regular la temperatura interna, pero al mismo tiempo, perdemos líquidos y electrolitos esenciales (como sodio y potasio), los cuales deben ser reemplazados para evitar un desequilibrio. Si el cuerpo no recibe suficiente agua, no puede funcionar adecuadamente, y sus procesos vitales, como la circulación y la regulación de la temperatura corporal, se ven comprometidos.
Por ello la hidratación se convierte en un factor crucial para mantenernos saludables y prevenir complicaciones graves, como el golpe de calor o la deshidratación.
En esta temporada calurosa, carga con tu bote de agua y bebe en pequeños tragos, a través, del día para que tu cuerpo pueda absorberla adecuadamente; la cantidad de agua que debemos consumir varía según varios factores, como la actividad física y las necesidades individuales. Sin embargo, una recomendación general es beber al menos 2 a 3 litros de agua al día en condiciones normales. En situaciones de calor intenso o si estamos realizando ejercicio, esa cantidad puede aumentar considerablemente e incluso podríamos apoyarnos de bebidas isotonicas para recuperar la perdida de electrolitos.
Así que ya sabes, en esta temporada que el calor no te alcance!
