El mito guadalupano

La historia de la aparición de la virgen María aun hoy en día da pie a debates en los cuales un grupo de seguidores de la advocación aseveran que realmente existió la “Morenita” sin embargo otro grupo aclara que sólo es una fe ciega pues la realidad es otra muy diferente.

Lo cierto es que no pasa desapercibida en nuestra historia nacional, ya que sea un milagro o un buen mito lo cierto es que esta más que arraigado su culto en nuestro país, para conocer aun mejor la aparición y sus vericuetos me permito numerar los siguientes puntos a usted, mi estimado lector:

1. De acuerdo con las creencias católicas, la virgen María se le apareció en el cerro del Tepeyac al indio Juan Diego en cuatro ocasiones; en la última le pidió que se presentará ante fray Juan de Zumárraga, primer obispo de México.

La virgen le indicó al indio que recogiera flores y las llevara al obispo, cuando estuvo ante él desplegó su ayate y se dejó ver la imagen de la virgen, morena y con rasgos indígenas.

El documento donde se relata este acontecimiento se llama Nican Mopohua (aquí se relata), fue escrito en náhuatl en 1556 por Antonio Valeriano, aunque publicado en 1649 (por Luis Lasso de la Vega); consta de 36 páginas y actualmente se encuentra en la Biblioteca Pública de Nueva York.

2. En términos históricos el culto a la virgen de Guadalupe en el Tepeyac es la continuación de la adoración de Tonantzin (“madre de los dioses” o “nuestra madre”). Con el tiempo a la virgen de Guadalupe también se le llamó “nuestra madre”, provocando un sincretismo religioso y así se fundieron en una sola, Tonantzin y Guadalupe.

3. En 1737, México proclama a la Virgen de Guadalupe como patrona y establece el 12 de diciembre como día santo y fiesta nacional. En 1754, Benedicto XIV la nombró patrona de la Nueva España, desde Arizona hasta Costa Rica; en 1945, el Papa Pío XII la nombró emperatriz de América.

4. La iglesia católica sólo reconoce oficialmente tres apariciones de vírgenes: la virgen de Guadalupe el 12 de diciembre de 1531 en México; la virgen de Lourdes el 11 de febrero de 1858 en Francia y la virgen de Fátima el 13 de mayo de 1917 en Portugal.

5. El ayate de Juan Diego se encuentra en la Basílica de Guadalupe. Ha sufrido dos accidentes en los que, según la creencia popular, milagrosamente no tuvo daños.

El primero ocurrió en 1791, mientras limpiaban el marco, accidentalmente se derramó ácido en la esquina superior derecha. Se dice que el accidente causó un agujero y al cabo de un tiempo, éste había desaparecido dejando sólo una mancha de humedad.

El segundo fue un atentado a manos de un español llamado Luciano Pérez, el 14 de noviembre de 1921, colocó un cartucho de dinamita escondido en un ramo de flores y se acercó a orar ante la imagen. La explosión causó estragos en todo alrededor pero la imagen, incluso el vidrio, permaneció intacta.

6. El nombre indígena de Juan Diego era Cauahtlatohuac que significa “águila solitaria”; fue beatificado por Juan Pablo II en 1992.

7. Para los creyentes estos son algunos datos que le dan el carácter de «milagrosa» a la imagen: estudios astronómicos confirman que las estrellas visibles en el manto de la virgen, corresponden a la posición que el cielo de México presentaba el día del milagro; la fibra de maguey, de la que está hecha el ayate, en condiciones normales no perdura más de 20 o 30 años, a casi 500 años sigue en perfectas condiciones.

8. Los ojos de la virgen han sido estudiados por veintenas de especialistas. Entre los rasgos extraordinarios, se detecta que al acercar y alejar luz de los ojos, la pupila se dilata, como ocurre en el ojo vivo; en los párpados se notan ramificaciones de venas, un efecto difícil de lograr aun en la actualidad; se revela en las pupilas, la imagen de un hombre, que según las teorías, corresponden a la silueta de Juan Diego.

9. A lo largo de los años, se han pintado agregados a la tela del ayate. Milagrosamente estos agregados han desaparecido, quedando nuevamente el diseño original, con sus colores vivos.

No se ha descubierto ningún rastro de pintura en la tela, no hay huellas de pinceladas ni de ninguna otra técnica. Un rayo láser detectó que no hay pintura por el anverso ni por el reverso, si no que los colores flotan a una distancia de tres décimas de milímetro sin tocarlo, es decir, los colores flotan en el aire.

10.- Estos aspectos han sido motivo de adoración y la Basílica de Guadalupe recibe cada 12 de diciembre peregrinos de todas partes de México y el extranjero, aproximadamente seis millones de personas.

Indudablemente la advocación a la virgen “morena” es tal que hasta el día de hoy produce una gran cantidad de fieles, que ciegamente creen en la aparición, si se cree o no, si se es devoto o no indudablemente se es guadalupano ya que la virgen “morena” ha tenido una gran influencia en la historia nacional, desde el estandarte que utilizó Miguel Hidalgo al inicio del movimiento independentista, pasando también por los zapatistas que en plena revolución dentro de sus sombreros jaranos tenían una estampilla de la virgen y decían que las balas carrancistas no les hacían daño y todo gracias a la protección guadalupana.

Actualmente la virgen “morena” ha dado inspiración para nombrar un movimiento político, Movimiento Regeneración Nacional “MORENA” increíble, pero sigue teniendo una importancia sin parangón.
¿Tú lo crees?… Yo también.