“Cuando te das cuenta de que el mayor obstáculo eres tú mismo, también descubres que tienes el poder de quitarlo.”
Por: Kathya Moreno
Todos queremos avanzar, cumplir nuestros sueños, ser felices y exitosos. Sin embargo, muchas veces somos nosotros mismos quienes nos ponemos el pie. ¿Te ha pasado? Justo cuando estás a punto de lograr algo grande, empiezas a dudar, a posponer o a encontrar excusas para no hacerlo. Eso es autosabotaje.
El autosabotaje es como un enemigo invisible que te frena. Puede ser el miedo al fracaso o incluso al éxito. Tal vez sientes que no eres lo suficientemente bueno, o que no mereces lo que estás por conseguir. Y así, sin darte cuenta, tú mismo te alejas de tus metas, dando paso a permanecer en la zona de confort.
¿Te has dado cuenta de cómo te saboteas? A veces lo hacemos sin notarlo: procrastinas, aunque sabes que deberías ponerte en acción. O te comparas con los demás, creyendo que no eres capaz. Incluso aceptas menos de lo que mereces, por miedo a pedir lo que realmente quieres.
La buena noticia es que puedes romper con ese ciclo. El primer paso es reconocerlo. Identifica esos momentos en los que, en lugar de avanzar, te detienes. Pregúntate: ¿por qué me freno? ¿Qué me da miedo? Una vez que lo entiendes, puedes trabajar en cambiar ese diálogo interno. Si piensas «no puedo», cámbialo por un «voy a intentarlo«. Si crees que no eres suficiente, recuerda que mereces tanto como cualquier otra persona.
Deja de sabotearte y empieza a creer en ti. Nadie más puede hacerlo por ti. Cuando te das cuenta de que el mayor obstáculo eres tú mismo, también descubres que tienes el poder de quitarlo. Avanza, aunque te dé miedo. Porque del otro lado de tus dudas, está todo lo que siempre has querido.
Construyamos juntos la mejor versión de ti.
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