“La Movilidad Social” el verdadero reto de los políticos y la sociedad.
A propósito de los nuevos gobiernos que han llegado y están por llegar, los ciudadanos en cada proceso electoral acumulamos experiencia en escuchar a candidatos a cargos públicos y saber perfectamente que no tienen idea de lo que están diciendo, o por lo menos de como lograrlo, pero también es justo decir que en algunas ocasiones hay genuinas y legítimas buenas intenciones en alguno de estos personajes.
Por otro lado, es una realidad que también existe una terrible indiferencia entre las clases sociales del país, asumiendo el individualismo frívolo, pero ese es otro tema que en algún momento comentaremos, sin embargo, acudo a estas dos connotaciones de los políticos y ciudadanos con la finalidad de hacer un ejercicio en donde imaginemos que los ciudadanos y políticos estuviéramos de acuerdo en que la prioridad para todos es lograr la “Movilidad Social”, dejando de lado por parte de los políticos sus deseos insaciable de poder y dinero; y por parte de los ciudadanos la indiferencia generalizada ante los que menos oportunidades tienen y así generar la empatía colectiva.
Ahora que hay y habrá nuevos gobiernos, estamos repletos de personajes extraños, ocurrentes y ¿por qué no?, como ya lo mencione en algunos de los casos personajes legítimos y genuinos, con buenas intenciones y con historias detrás de ellos que respaldan sus carreras políticas.
Vamos a centrarnos en esos políticos que realmente quieren hacer algo mejor para su país, porque honestamente en mi caso yo creo que si existen, pocos, pero existen, en este caso resultaría lo más generoso para el país que se centrarán en una meta clara respecto a la Movilidad Social, desde todos los espacios públicos, Presidente de la República, Senadores, Diputados, Presidentes Municipales, Alcaldes y hasta miembros de los cabildos; una meta clara plasmada desde el gran proyecto nacional que se pretenda alcanzar a partir del próximo sexenio, estamos frente a una oportunidad histórica de tener claridad sobre este asunto.
Pero primero dejemos claro a que se refiere la movilidad social y cuál es el contexto actual, imagina que hagas lo que hagas en toda tu historia, variables de tu origen como el: color de tu piel, tu género, tu religión, tu preferencia sexual, el código postal donde naciste, entre otras; sean variables que determinen en un 74% tu destino y el promedio de tu ingreso económico que tendrás durante toda tu vida, es decir que hagas lo que hagas, te esfuerces como te esfuerces, esto no cambiará por la falta de equidad en los medios de producción, aun cuando tuvieras la oportunidad de tener acceso a servicios públicos como salud, educación, cultura, deporte y un trabajo digno; cuando me refiero a la equidad en los medios de producción me refiero la apertura del mercado para todos de manera equitativa.
Pero… ¿En realidad esto es cierto?, ¿tu origen determina tu destino? La respuesta es sí, en México de acuerdo al último estudio de Movilidad Social realizado por el Centro de Estudios Espinosa Iglesias, los resultados arrojan que 49 de cada 100 personas que nacen en los hogares del grupo más bajo de la escalera social, se quedan ahí toda su vida y aunque la otra mitad logra ascender, 25 de ellos no logran superar la línea de pobreza de México. Lo anterior implica que 74 de cada 100 mexicanos que nacen en la base de la escalera social, no logran superar la condición de pobreza. En cambio, 57 de cada 100 de quienes nacen en hogares del extremo superior de la escalera social, se mantienen ahí el resto de su vida.
¿Qué podemos pedirle a nuestros políticos bien intencionados y en general a que debemos estar dispuestos como sociedad?, A nuestros políticos debemos pedirles un cambio radical en el cómo hacer las cosas, me queda claro que este grupo de políticos quieren ayudar, el secreto está en el cómo lograrlo y el cómo, está en atreverse en fijarse una meta nacional sexenal en materia de Movilidad Social a través de reformas políticas de fondo, porque en ese camino paralelamente se atacarán las causas de toda la descomposición social que hoy vivimos y que trae como consecuencia inseguridad y delincuencia, atreverse a realizar reformas de fondo que garantice la equidad en los medios de producción, solo por mencionar dos ejemplos: el primero sería una reforma fiscal que grave con impuestos a quien acumule riqueza y la mantenga estática dentro del país o fuera del país siempre y cuando esta se haya generado en México, es decir que solo la acumule sin generar circulación de la misma, que grabe los pasivos de las grandes empresas, pasivos que sirven como apalancamiento de sus flujos para la operación causados por resistencia a la reinversión, que grave las herencias, ¿por qué este ejemplo? Porque llevamos décadas midiéndonos con el flamante indicador del crecimiento económico y los datos de Movilidad Social siguen siendo dramáticos, el crecimiento económico no garantiza una reducción de la brecha de desigualdad, este indicador y su crecimiento solo refleja que los ricos de la cúspide de las clases sociales mantienen y maximizan su riqueza porqué tienen monopolizados los medios de producción, a través de buenas relaciones comerciales u un capital muchas veces estático y acumulado, todo esto al amparo del tenebroso discurso que dice que: ellos generan empleos, mal pagados, pero empleos con el chantaje perverso del deber aceptar esas condiciones porqué de no ser así, las inversiones se irán a otro lado, como si la mano de obra que reciben de sus empleaos debiera ser gratis o regateado o como si la explotación de todos los recursos naturales debiera de ser gratis, debemos asumir una conciencia de justicia en la riqueza, nadie responsable y trabajador merece más que ninguna otra persona que sea igual de responsable y trabajadora en su respectivo ámbito.
Otro ejemplo, de reformas estructural es implementar modelos de negocios que obliguen al principal inversionista a democratizar su inversión a través de la limitación de su capital por proyecto, es decir, solo se le permitirá invertir un porcentaje en sus proyectos de inversión y el resto deberá abrirlo por mandato del Estado a la sociedad en capitales pequeños, pero con la obligación de participar del mismo porcentaje de utilidad proyectada en el proyecto de inversión y en los mismos tiempos estimados del retorno de la inversión.
Por su parte los ciudadanos que pertenecen a la cúpula de la escala social deberán estar dispuestos a dejar de un lado la indiferencia y coadyuvar en fomentar la equidad de los medios de producción, la clase media debe estar dispuesta a tomar riesgos, pero sobre todo a tener conciencia y educación financiera para priorizar que sus familias tengan la oportunidad de acceder a la equidad de los medios de producción, y cuando me refiero a prioridad lo hago priorizar esta oportunidad sobre la frivolidad de la aspiración y el consumismo que hace rico a unos cuantos, finalmente el Gobierno debe enfocarse de manera más agresiva en ayudar a quienes más lo necesitan a través de programas sociales, para lograr en un primer momento dotar de las condiciones mínimas indispensables de una vida digna y en un segundo momento replicar este modelo de equidad productiva a una escala menor, done la clase media con pequeñas inversiones locales partícipe a la clase más baja, esto sin duda traerá como consecuencia una educación financiera familiar, comunitaria, personal y bienestar social colaborativo, porque el bienestar social es una corresponsabilidad gobierno – sociedad.