por Leonardo Valadez
Fue una plática de amigos, de esas que se dan como quien va pateando el bote; de pronto el tono fue solemne y el comentario encomioso: Hay que cuidar al diputado Francisco Xavier. Esto ocurrió en la LVII Legislatura del Congreso, en la Cámara de Diputados, en San Lázaro, en donde los eslabones hegemónicos del Partido Revolucionario Institucional comenzaron a romperse; acaso preámbulo a la alternancia en la Presidencia de la República, tres años después.
La plática se dio entre amigos, pero quedó claro que Francisco Xavier no sólo canta bien las rancheras; no, Francisco Xavier es un hombre afortunado, cuya fama de juventud, especialmente con las jóvenes de la época, daba frutos en la fama pública que antecedía a su labor política en el estado de Hidalgo: El maestro Miguel Ángel Granados Chapa me dijo en alguna ocasión, en el restaurante del Hotel Plaza Excelencia: Si el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática se unieran, ganaríamos las elecciones para Gobernador.
Fueron las últimas elecciones para Gobernador de Hidalgo en el Siglo XX: compitieron por el Partido Revolucionario Institucional, Manuel Ángel Núñez Soto, por el Partido Acción Nacional, Francisco Xavier, en tanto que, por el Partido de la Revolución Democrática, el maestro de periodismo, escritor, cronista parlamentario y mi maestro en la escuela de periodismos “Carlos Septién García”, Miguel Ángel Granados Chapa.
Aquella noche, en que cenaba con algunos amigos, como el entrañable Guillermo García, en el Plaza, ocurrió en plena campaña política para renovar, desde luego, la Gubernatura en el Estado de Hidalgo; debió ser previo a las elecciones pues de pronto se iluminó el espacio y todas las miradas voltearon a mirara una recién llegada: Ni tardo ni perezoso me puse de pie, caminé a la entrada del restaurante a saludar a la actriz, cantante, mujer del momento (actuó con Erik Estrada, Poncharlo); Laura León, “La Tesorito”.
Acaso 25 años antes de aquel episodio, leí un libro que me dejó una honda huella en el alma; en mi época de adolescente, no faltaron las personas amables, señoras, señores, que trataban de pulirme un poco, de darme culturas, conocimiento, saber: El caso es que en ese libro el personaje, creo que, de la Secta Rosacruces, había tenido mil y más aventuras en distintos países, distintos tiempos, situaciones y escenarios. Libro de marras: “Zanoni” Edward Bulwer-Lytton, ah, extraordinario.
Acaso poco más de diez años antes de la cena en el Plaza, motivo para enviar saludos a Esteban Ángeles Cerón, a Carmen Alarcón Navarrete… Acaso diez años antes de esa cena, estuve en el Hotel Viva, de Villahermosa, Tabasco: Una noche completa, pues vi a una jovencita por vez primera y le pregunté si era hija de Nicté… La Niña, asombrada, echó a correr y regresó, poco después, con su señora madre, Nicté, con su señor padre: A Nicté le dio gusto saludarme.
Nicté era cantante, hija de un Cantante; ella trabajaba en otro momento, en el “Rendezvous” de la Avenida Juárez, frente a Bellas Artes, en la Alameda de la Ciudad de México; solía ir a escucharla cantar, una voz maravillosa. Éramos amigos, fui amigo de su señor padre, de su señora madre y ella era amiga de Olga Breeskin, de las damitas y caballeros del Ballet de Olga, quienes laboraban en el tristemente célebre Hotel Hilton de Paseo de la Reforma. Luego del Show, en el que “Todos queremos ver a Olga”, Olga pasaba a mi mesa, me saludaba y, en tanto algunas personas de su Ballet se cambiaban para seguirla con nosotros, Nicté y este “Tundemáquinas”, disfrutaba mi bebida favorita, un “París de Noche”, para después seguir con rumbo a la Zona Rosa, ah, el “Señorial” …
Esa noche de celebración en el “Viva” de Villahermosa conocí a “La Tesorito”, joven cantante que iniciaba su vida en la artisteada, como bien dijera mi amiga de aquellos tiempos en el Blanquita (ah, Garibaldi), Carmen Salinas, “en la artisteada, persiguiendo la chuleta”: Laura León, La Tesorito, entro, arrolladora, al restaurante del Plaza en donde estábamos cenando. En Pachuca, claro.
La saludé, platícanos sabroso, nos acordamos de otros tiempos, de aquellas noches en Villahermosa, en el “Viva” en donde por cierto estuvo también Christian Bach: “¡Qué piernas tan hermosas tiene!” me dijo en alguna ocasión Frank Moro, con quien hizo la telenovela “Bodas de Odio”, basada en la novela extraordinaria de Federico García Lorca. Caray, acabo de recordar 20 Poemas de Amor y unas Canción Desesperada, de Pablo Neruda, lo que son las cosas…
Regresé (regresamos), a la mesa con los amigos, cuando alguien se dio cuenta de que llegaba al restaurante el candidato del perredismo al Gobierno del Estado, el maestro Miguel Ángel Granados Chapa (Vaya, la “Sosa nostra” de sus desvelos): “Nomás falta que también a él lo conozcas”, me dijo “Memo” García en son de burla; pero, si, efectivamente, Granados Chapa fue mi maestro de periodismo en la Septién y coincidí con él en la Crónica Parlamentaria, en San Lázaro, en la LVII Legislatura, sobre la cual el Maestro publicó un libro; en el libelo acredita a un personaje entrañable, un incidente ocurrido en los días aciagos en que el llamado “Bloque de los Cuatro”, Porfirio Muñoz Ledo y Lazo de la Vega, Carlos Medina Placencia, el llamado “Niño Verde y el Tirantes”, quitaron a Arturo Núñez Jiménez, de los cargos de poder en la Cámara de Diputados. Todo bien con su libro, Maestro, sólo que un asuntillo en el impreso, fue de mi autoría, por nimio que haya sido…
Como dijo el abuelito, si la memoria no me falla, en ese tiempo Ricardo Monreal Ávila ya era todo un personaje, en la LVII legislatura de la Cámara de Diputados, el ahora senador y Coordinador del Grupo Parlamentario del Movimiento de Regeneración Nacional, Moreno, en el Senado; en aquel tiempo, despachando en “la casa de enfrente”, el tricolor. De ahí, Ricardo Monreal Ávila fue invitado ¿por Andrés Manuel López Obrador? Creo que sí, a formar parte del Partido de la Revolución Democrática y buscar el Gobierno del Estado de Zacatecas, que ganó de calle. Si, fue Gobernador del estado que, a la vuelta de la esquina, habrá de Gobernar David Monreal, de la misma rama familiar.
Decíamos ayer, (ya pasa de las doce de la noche, empecé hace un par de horas), decíamos ayer, parafraseando a Fray Luis de León, que saludé al Maestro Granados Chapa: platicamos un poco, hablamos de periodismos, de política; él era el candidato del PRD: “Sabe don Leonardo; si el Prd y el Pan se unieran”, ganaríamos la elección… Y en tanto, Francisco Xavier buscaba que en Hotel Plaza le diera hospedaje en la Suite Presidencial (bueno, eso dijo el gerente de aquel momento; o, ¿era gerenta?).
Si, claro, regresé a mi mesa y, para mi sorpresa, mi lugar había sido retirado, vamos, ya no estaba mi silla” “Eres perredista”, “Eres perredista”, dijeron los amigos en son de burla: No, no lo soy, no tengo partido político; la perredista es mi hija, que es fundadora de ese partido, junto con Lázaro Cárdenas Solorsano (mis recuerdos a Lázaro Cárdenas del Río, en su época de Vocal Ejecutivo de la Comisión del Balsas, cuando los ex -presidentes seguían trabajando en el Gobierno); ah, ahora que es muy mentado, Miguel Alemas Velasco, ¡qué fiestas! en su casa de Acapulco, ¡ah! con la presencia siempre grata de Jacqueline Voltaire… Perdón, hablábamos de la creación del PRD, que unió la fuerza del proscrito Partido Comunista Mexicano, del Partido Socialista Unificado de México y otras corrientes políticas de Izquierda… Saludo a Pablo Gómez, ¡que caray!
Volver al Futuro, con perdón de Michael J. Fox; al presente, en que estará en juego el Gobierno del Estado de Hidalgo, para la sucesión de Omar Fayad Meneses, esposo de Victoria Rufo para más señas. Junto con el licenciado Julio Ramón Menchaca Salazar, senador y presidente de la Comisión de Justicia en el Senado de la República figuran para ser candidatos, candidatas, al Gobierno del estado, la senadora María Merced González, y desde luego, Carolina Viggiano, flamante diputada federal a la LXV Legislatura de la Cámara de Diputados, de Israel Félix Soto, presidente municipal de Mineral de la Reforma…
Pues sí, al Congreso de Hidalgo llega Francisco Xavier, cobijado ni más ni menos que del Movimiento de Regeneración Nacional, partido político creado por el ahora ciudadano Presidente, Andrés Manuel López Obrador. ¡En Hora Buena!
Boomerang. – Luego de haber recibido por parte del IEEH su constancia que lo acredita como diputado local por la vía de representación proporcional, Alejandro Enciso Arellano indicó que quienes representan las siglas del Partido Revolucionario Institucional tienen un gran compromiso con las y los hidalguenses. Por lo anterior, refirió que, desde el Congreso del estado, trabajará con una agenda legislativa de altura y en favor de la ciudadanía, puesto que se debe de dar continuidad y fortaleza a los trabajos que realiza el gobernador Omar Fayad Meneses, los cuales, aseguró, han transformado y beneficiado a la sociedad hidalguense.
Alejandro Enciso externó que el haber trabajado con el primer priista Omar Fayad, es un aliciente en su preparación para el cargo legislativo, pues todo lo que aprendió lo pondrá en práctica para bien de la ciudadanía. “Seré un legislador que mantendrá mucha cercanía con la gente, por lo que las y los ciudadanos tendrán respuesta inmediata”, refirió el diputado local electo por la vía de representación proporcional.
Así mismo, remarcó que la agenda de trabajo que implementará en el recinto legislativo de Hidalgo, estará enfocada en las necesidades más apremiantes de la gente como lo es la salud, puesto que es un tema de primer orden prioritario para la sociedad, por lo que se le debe de dar certeza en este rubro y seguir construyendo un mejor futuro.
Enciso Arellano adelantó que en esta ocasión el Revolucionario Institucional aumentó el número de diputados que conformarán la siguiente legislatura, lo cual será bien aprovechado para mantener un equilibrio sano y llegar a buenos consensos con las diferentes fuerzas políticas. “El objetivo es construir un mejor Hidalgo, el tema es beneficiar a los hidalguenses, consolidar las acciones del gobernador Omar Fayad en la última parte de su gobierno. Queremos una legislatura de altura, realizar un trabajo más eficaz, que vea por el interés de la ciudadanía y que solvente las necesidades de la gente.
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