Se equivocó el presidente AMLO y se ha equivocado nuevamente quien fraguó la detención del extitular de la desaparecida Procuraduría General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, quien fuera responsable de las investigaciones del caso Ayotzinapa y la desaparición de los 43 normalistas.
Y es que, pese a que JMK está detenido, los padres de los estudiantes desaparecidos siguen clamando justicia para los responsables, pero, sobre todo, exigen que les entreguen vivos o muertos a sus hijos.
Esto deja en claro que la detención del abogado y político hidalguense no consigue dar respuesta a ese clamor pues él no los mató, él no dio la orden y desde luego en este entramado obscuro hay gente muy poderosa que pactó impunidad con el actual gobierno por eso los verdaderos culpables no de la desaparición de los jóvenes sino de la fabricación de la “Verdad Histórica”, siguen prófugos de la justicia.
Una vez más este gobierno se exhibió y echó abajo la promesa del presidente López Obrador, de privilegiar la verdad y la justicia por encima de la política.
Y es que la detención de quien fuera gobernador de Hidalgo logró solamente un gran golpe mediático o político, pero deja igual o peor el estatus de la investigación y hoy por hoy no se sabe dónde están los estudiantes, solo que están muertos, por doloroso que eso resulte. Apenas ayer hubo manifestaciones en el estado de Guerrero y el grito bien aprendido de “Vivos se los llevaron, Vivos los queremos”, volvió a retumbar.
Lo mismo ocurre con los padres quienes han declarado que a ellos, no les mueve la venganza ni la animadversión personal contra nadie, pero quieren a sus hijos de vuelta; parece que no quieren entender ni aceptar que los 43 normalistas ya no están con vida.
La detención de JMK se da un día después del jueves 18 de agosto, cuando el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación (Segob), Alejandro Encinas, señaló, sin decir nombres, que las autoridades federales del más alto nivel fueron “omisas y negligentes” y que autoridades de todos los niveles estuvieron involucrados en el caso, pero en lo que hace a las investigaciones, más no en la desaparición y muerte de los jóvenes.
Es decir, para este gobierno, los 43 de Ayotzinapa, están muertos tal como informaría JMK, pero ¿Cómo los mataron, dónde están los restos, por qué los mataron, quién o quienes dieron la orden de desaparecerlos?, eso sigue sin saberse a pesar de que el Gobierno de la 4T prometió llegar al fondo del caso hasta esclarecerlo y ya han pasado 4 años y sigue sin haber respuestas.
Por ello, la detención del llamado “constructor de la Verdad Histórica”, solo es política pues él mismo sostuvo durante su audiencia que hasta ese día, ni el gobierno de AMLO, ni nadie ha tirado la Verdad Histórica respecto a que los jóvenes están muertos, aunque los qué y los cómo aun no tengan respuestas a pesar de han pasado ya 8 años de ocurridos los hechos.
La declaración de Encinas respecto a que “La creación de la verdad histórica fue una acción concertada del aparato organizado del poder desde el más alto nivel del gobierno, que ocultó la verdad de los hechos, alteró las escenas del crimen, ocultó los vínculos de autoridades con el grupo delictivo y la participación de agentes del Estado. En resumen, «se trató de un crimen de Estado”, es por demás escandalosa pues están juzgando una acción de gobierno, pero a la sociedad mexicana, a los padres y a los estudiantes de la Normal “Isidro Burgos”, les siguen debiendo una cadena de respuesta a preguntas tales como ¿Dónde están los 43?, ¿Quién o quiénes los mataron?, ¿Por qué los mataron?.
Y otra gran pregunta es, ¿Por qué se sigue protegiendo a quienes mataron a los 43? Si ya se sabe y siempre se supo que la banda criminal Guerreros Unidos fue la que cometió este horrendo crimen en contra de los estudiantes, ¿Por qué este gobierno no se va contra ellos para esclarecer de una vez y por todas, el destino de los muchachos?.
Así, la detención de JMK obedece más a un tema político, claramente político, pues ante la presión no solo de los padres, sino de una sociedad ávida de justicia y de paz, tras la ola de ataques violentos en casi todo el país, tenían que salir con un “bomberazo” que apagara todos los fuegos y frentes abiertos, incluso previo al 4to. Informe del presidente AMLO, para dar la impresión de que está cumpliendo, aunque eso solo sea a medias pues de lo contrario al igual que Murillo Karam una decena más de ex funcionarios y políticos de altos vuelos ya deberían estar en la cárcel y no gozando de la impunidad tan criticada por este gobierno.