Confirma la Secretaría de Salud 91 casos de viruela del mono en México

La Ciudad de México presenta el mayor número casos con 45 contagios, de entre las 15 entidades donde se ha registrado la viruela símica

 

Ciudad de México, 02 de agosto de 2022.– De acuerdo con la estadística del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE), con corte al 31 de julio de 2022, en México se han confirmado 91 contagios de viruela símica y 50 más están en fase de estudio.

Los 91 contagios con resultado positivo a la viruela del mono se registraron en 15 entidades entre las que se encuentran la Ciudad de México, con 45 contagios; Jalisco, 22; Nuevo León, tres; Tabasco, tres; Veracruz, tres; Estado de México, dos; Oaxaca, dos; Puebla, dos; Quintana Roo, dos; Yucatán, dos; Baja California, uno; Baja California Sur, uno; Colima, uno; Chiapas, uno; y Sinaloa, uno.

También hace la observación en el comunicado que demás de los 91 casos confirmados, 50 se encuentran en estudio y 95 fueron descartados. Hasta esta fecha no se reportan defunciones secundarias a la enfermedad.

El 92 por ciento de las personas afectadas son del sexo masculino y 8 por ciento femenino. Casi la mitad tiene entre 30 y 39 años, de acuerdo con un comunicado de la Secretaría de Salud.

En lo que va del presente año, en el mundo se han registrado 19 mil 178 casos confirmados de viruela símica en 78 países, territorios y áreas en las seis regiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS); así como cinco defunciones: dos en República Centroafricana y tres en Nigeria, países en los que es endémica la enfermedad.

En México no es una enfermedad endémica, por lo que la transmisión es principalmente por contacto estrecho como las relaciones sexuales con personas infectadas durante su periodo de contagio o a través de objetos contaminados por las personas infectadas como puede ser la ropa, ropa de cama, toallas entre otros.

La viruela símica o del mono se transmite por contacto directo con las secreciones de una persona enferma a través de mucosas o lesiones de la piel, gotitas respiratorias y objetos contaminados con los líquidos corporales; así como por contacto directo con animales enfermos como monos y roedores; por comer carne mal cocida y otros productos de animales contaminados con el virus.