‘Yo quisiera ser civilizado como los animales’

 Cómo me encanta ésa frase de la canción del cantante brasileño Roberto Carlos: “O’ progresso” (en portugués), traducida al español como: “El progreso”. Aunque mis tías dicen que se llama “Civilizado como los animales”.

Y la verdad es que, detrás de su supuesta falta de capacidad para pensar, para razonar; creo que esconden un gran secreto, creo que saben que son ellos los que deben adaptarse al entorno y no adaptar el entorno a sus comodidades. Creo que saben que eso no es conveniente, aunque no nos lo pueden decir con palabras. 

Pero hubo un animal que sí nos lo pudo decir; aunque técnicamente no habló, se comunicó con señas. Esto pasó en 2016, ella era KoKo, una gorila entrenada por los científicos de la universidad de Stanford para comunicarse en lenguaje de señas. Ella nació en el zoológico de San Francisco en 1971 y murió en 2018, a la edad de 46 años. 

Lanzó un mensaje a la humanidad con lenguaje de señas que más o menos se trascribe así: 

“ Yo… koko… Gorila… Koko…Flores…Koko…. Animales…Koko… naturaleza…Hombre…koko…ama. Tierra… koko… ama. Pero…hombre… estúpido, estúpido. Koko sentir. Koko Llorar. Tiempo, ¡de prisa!, ¡arreglar Tierra!,¡ayudar Tierra!, ¡De prisa!, Proteger Tierra. Naturaleza verte. Gracias”

Ahora pongámosle más sentido con ayuda de otras palabras: “ Yo soy una Gorila, mi nombre es Koko, soy flores, soy animales, soy naturaleza. Amo al hombre, amo a la Tierra. Pero el hombre es estúpido, estúpido. Yo siento, yo lloro. De prisa, arreglen la Tierra, ayuden a la Tierra. De prisa, protejan a la tierra. Porque la naturaleza los ve.”

Creo que ésa gorila fue más sensata, honesta y sincera que mucha gente. Hablando de animales sorprendentes, tuvimos a Alex, el Loro gris africano. Él nació en 1976 en el Reino Unido, fue entrenado en Estados Unidos, logró desarrollar un vocabulario de 150 palabras, que son más o menos las que maneja un niño de 2 años, aunque se estima que tenía la inteligencia de un niño de 3 años, ya que distinguía formas, colores, números y diferencias. Murió el 06 de septiembre de 2017 a la edad de 31 años y las últimas palabras que dijo a su entrenadora, la doctora Irene Pepperberg fueron: “Se buena,” te quiero, nos vemos mañana”. 

Irene escribió en su libro, “ Una vida con Alex”: desde el punto de vista científico, Alex nos enseñó que las mentes de otros seres vivos se parecen mucho más a las mentes humanas de lo que estábamos dispuestos a admitir, y yo me pregunto: ¿ Cómo no, si estamos hechos de los mismos ingredientes?

Si los animales empezaran a hablar, ¿que cosas dirían de nosotros?. Seguramente nos desterrarían, nos enjuiciarían y nos harían pagar por lo que hemos hecho con el planeta. Yo creo que serían mejores gobernantes porque en ellos no hay ambiciones de poder ni codicia. ¿O tu que opinas? 

Chaneke Verde.

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