Pseudología fantástica y Fake News

Por Patricia González Miranda

Después de un Grito de Independencia diferente en donde el Presidente López Obrador mencionó al prójimo, la igualdad y la fraternidad universal, observamos una serie de ataques, incluso aludiendo a su esposa, la Dra. Beatriz Gutierrez por su vestido, que en lo personal, a mi me pareció muy elegante y distinguido. Hay que recordarle a la gente que denuesta este tipo de situaciones irrelevantes, que la elegancia y distinción no solo es física sino también mental, y es algo que Beatriz ostenta con prestigio.

Todas estas críticas de periodistas “reconocidos” en sexenios anteriores me hacen recordar una patología que estudié cuando me encontraba cursando el propedéutico de Medicina en la Universidad Autónoma de Querétaro al mismo tiempo que cursaba mi carrera de Administración en el Instituto Tecnológico de Querétaro.

La morfología del cerebro humano es impresionante y fascinante pero sus comportamientos lo son aún más. Dentro del campo de la psiquiatría existe un trastorno llamado “Pseudología Fantástica” o “Mitomanía Compulsiva” que entre sus principales características se encuentra el crear falsedades desproporcionadas para obtener cierta ventaja y de esta manera poder montar un escenario organizado de engaños afectando directamente la vida de un ser humano, que a diferencia de la mentira daña más derivado de que las personas llegan a creerse sus propias farsas y tratan de convencer a otros de una realidad totalmente ficticia.

Cuando publican en redes sociales aspectos tendenciosos a temas de derecha y conservadores he podido observar estas conductas, su necesidad de mentir diariamente e incluso esa hambre de crítica destructiva sin tener razones me parece una actitud aberrante e inmadura. El juzgar a una persona por su ropa o por su forma de hablar es un tema infructuoso e insignificante.

La mentalidad de muchos periodistas que se dicen intelectuales ha dejado mucho que desear. Los que se dedican a temas informativos deben ser imparciales, sin caer en el desdoro o difamación de un individuo, esto es lo que realmente me desagrada de los medios y periodistas de antaño.

Esto solo es una radiografía de lo sucedido con las Fake News, por esto y como en artículos anteriores menciono, no hay nada mejor contra la desinformación que la inoculación efectiva: la lectura e investigación constante de hechos para forjarte tu propia ideología de argumentos inherentes a un tema en específico.

Es importante la libertad de expresión pero cuando se expresa con veracidad. Un valor intrínseco que debemos practicar como sociedad es la verdad.