Primera caída del peso

En 2 años del nuevo sexenio se mantuvo estable

Mas, así como hay perdedores hay ganadores


Por Francisco Gómez Maza

El miedo de los inversionistas globales a que la inflación y las tasas de interés fueran detonadas por el crecimiento económico mundial, empezó, este inicio de semana (lunes 22 de febrero), a agitar las aguas de los mercados cambiarios.

El peso mexicano había sido la moneda mejor posicionada, ya que se había mantenido en equilibrio frente a las principales monedas con las que los mexicanos comercian, particularmente con el dólar estadounidense.

Sin embargo, de una semana a otra cambiaron las reglas del juego, y este lunes 22 de febrero la divisa mexicana experimentó una caída poco usual en su historial de dos años para acá.

Por supuesto que los efectos negativos de la pandemia de coronavirus tienen aún puntual influencia muy negativa en el ánimo de los inversionistas y de los especuladores tanto que, de acuerdo con los informes de agencias informativas especializadas y expertos financieros, la venta extranjera de bonos M se aceleró la semana pasada, a medida que el rendimiento del bono gubernamental a 10 años subía de cotización.

No obstante, como siempre, los beneficios y los perjuicios de la apreciación del dólar frente al peso fueron disímbolos: Quienes comercian, especulando, con el dólar, los especuladores, así como los exportadores o los prestadores de servicios, como el alicaído turismo, obtuvieron ganancias con la apreciación de la moneda estadounidense.

Quienes tienen que pagar en dólares, los importadores de bienes y servicios, materias primas, maquinaria y equipo, entre otros productos y servicios, registraron pérdidas porque tuvieron que pagar más pesos por dólar.

Los trabajadores mexicanos en el exterior – los migrantes- que ganan en dólares y envían un nada despreciable porcentaje de sus ingresos a sus familiares en México (remesas), tuvieron buenas ganancias por el movimiento alcista de la cotización de la moneda nacional.

Este lunes, el peso se habría depreciado poco más del uno por ciento. Tal comportamiento se debió a que aún se percibe en el mercado interbancario una mayor percepción de riesgo local.

Mientras, el dólar estadounidense avanzaba e en un entorno donde los mercados amanecieron negativos y el rendimiento de los bonos se mantenía al alza, ante la preocupación de que el crecimiento económico global, en particular el estadounidense, detonara una mayor inflación y aumentos de tasas antes de lo previsto.

A la par del comportamiento del mercado cambiario, “los mercados de valores comenzaron la presente semana con tono bajista, en Europa, siguiendo la tímida tendencia registrada a finales de la semana pasada en muchos índices de referencia.

Las consolidaciones del mercado continúan en casi todas partes, desde Londres hasta Madrid, en medio de un apetito moderado por activos más riesgosos por parte de los inversionistas”, como lo informó a la prensa internacional Pierre Veyret, analista técnico de ActivTrades.

Una parte clave de la curva de los bonos del Tesoro, la brecha entre los rendimientos a 5 y 30 años, tocó el nivel más alto en más de seis años.

De acuerdo con información de Bloomberg, hay indicios reales de presiones de precios para respaldar los movimientos del mercado, cuando las cifras de la semana pasada mostraron un repunte de las ventas minoristas en Estados Unidos y un repunte de los precios en Reino Unido. Ambas naciones se están moviendo rápidamente con sus campañas de vacunación.

En el frente energético, Arabia Saudita y Rusia continúan en desacuerdo, mientras se dirigen a una reunión de la OPEP + que está renovando el debate sobre el suministro mundial de petróleo. Se dice que Arabia Saudita prefiere mantener estable la producción, mientras que Rusia quiere continuar con un aumento. Esta situación se suma a la situación en Texas, cuyas autoridades hacen fenomenales esfuerzos para recuperarse de los graves estragos del clima extremo, con caídas de hasta 15 grados bajo cero en zonas geográficas donde el calor es infernal principalmente en primavera y verano.

En estas extremas situaciones que se viven en el mundo, es absolutamente natural que cualquier moneda se desestabilice. Y el Banco de México, hasta mucho después del cierre de los mercados, no había dado muestras de salir en apoyo de la liquidez en el mercado para apuntalar la cotización de la moneda nacional. Quizá dé señales hoy martes.