patricia gonzalez

Querétaro requiere urgentemente una oposición digna y responsable. Se necesita para hacer frente a las malas decisiones del Gobierno actual, pues El PAN ha estado tomando fatales actos para el bienestar de la ciudadanía queretana, como el reemplacamiento y el alza en los impuestos, tal es el predial y el traslado de dominio que pasó de 2% al 6.5%, siendo Querétaro el estado más caro en el país.

Un estado que eleva tanto sus costos supondría que es porque el desempleo es mínimo, la calidad de vida es altísima y porque existen toda clase de apoyos a quienes están en situaciones de vulnerabilidad. Sin embargo, el Estado de Querétaro, que como sabemos está al mando del conservadurismo, parece que solamente ve por el propio beneficio del partido de derecha. Esto es fatal, en especial en un momento tan complicado como la pandemia.

Observamos marchas, descontento y mucha presión, porque los ciudadanos apenas se encuentran estabilizándose económicamente. Recordemos que Querétaro es la entidad número uno en el país en desocupación de la población económicamente activa. Es por esto que los Gobiernos deben pensar en la gente, como diría López Obrador: “¡primero los pobres!” Primero quienes están en situaciones de vulnerabilidad.
Nos enfrentamos a un gobierno que predomina en Querétaro, a un partido que no lo vemos movilizarse en aspectos sobre la corrupción o la pobreza. A diferencia de Morena, que actualmente trabaja en combatir las principales problemáticas que estuvo cargando el país por décadas, por ejemplo, la refinación del petróleo, los sindicatos o el salario mínimo.

Creo que ya es momento de que como sociedad queretana nos unamos para hacer de nuestro estado un lugar mejor. Recordemos que los valores tradicionales y de ultra derecha siempre han representado un retroceso en la sociedad; ya sea en las ciencias exactas o en las humanidades, lo que conocemos como conservador coloca una barrera para ampliar nuestros horizontes. Es por eso que debemos aprovechar al máximo el desarrollo de Querétaro; pero eso sí, sin olvidar a nuestro prójimo.