roberto cienfuegos

Entresaco algunos apuntes sobre la decisión del Comité Nóbel de otorgar, por vez primera en la historia, su preciado galardón a los periodistas María Ressa, de Filipinas, y al ruso Dmitry Muratov, un motivo de alegría e inspiración para muchos en el mundo, así y en ello vaya muchas veces la vida.

El Premio Nobel de la Paz 2021 fue otorgado para reconocer los esfuerzos de ambos por salvaguardar la libertad de expresión, un derecho consustancial a cualquier democracia y cuyo respeto dignifica y/o envilece a cualquier gobierno del mundo.

Nativa de Filipinas, Ressa es una periodista y cofundadora del medio de noticias de investigación Rappler. A Ressa se le reconoce por su trabajo constante y prolongado para exponer los abusos de poder, la corrupción del gobierno y una campaña de violencia en su país. Como se ve no son temas ajenos a México y por supuesto a muchos países del mundo.

Ressa proyectó su lucha por la libertad de expresión al escenario mundial, al exponer las formas en que Facebook y otras plataformas sociales se han utilizado para difundir noticias falsas.

La organización Reporteros sin Fronteras refirió los ataques incesantes del presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, contra Ressa, y la calificó de «grotesca campaña de acoso judicial».

En contraste, el Comité Nobel explicó su decisión de darle el reconocimiento a Ressa, al señalar que la periodista utiliza la libertad de expresión para exponer el abuso de poder, el uso de la violencia y el creciente autoritarismo en su país natal, Filipinas.

Ressa ha demostrado ser una valiente defensora de la libertad de expresión, expuso el Comité, según el cual el régimen de Duterte recurre a las redes sociales para “difundir noticias falsas, acosar a los oponentes y manipular el discurso público».

En declaraciones a la cadena CNN, la periodista filipina consideró que «El Estado de derecho es un factor muy importante para mí y el hecho…creo que el estado de derecho es fundamental para cualquier democracia. Porque si no tienes un Estado de derecho, entonces es un salto, un salto y un salto hacia el fascismo. Porque entonces quien está en el poder decide quién vive y quién muere, literalmente».

Puso en claro que ella no lucha contra la administración Duterte, sijno por sus derechos y porque “Todavía soy idealista».

En el caso del periodista ruso, Dmitry Andreyevich Muratov, se trata de uno de los fundadores del periódico independiente ruso Novaya Gazeta.

Otra vez Reporteros sin Fronteras, refieren a Muratov y otros periodistas como víctimas en Rusia de una represión coordinada contra los medios independientes.

Resisten «Leyes draconianas, bloqueo de sitios web, recortes de Internet y los principales medios de comunicación frenados o eliminados.

El Comité Nobel dijo sobre su decisión de reconocer a Muratov como un periodista que por décadas ha defendido la libertad de expresión en Rusia en condiciones cada vez más difíciles.

Novaya Gazeta es considerado el periódico más independiente de Rusia en la actualidad,          que ejerce una actitud fundamentalmente crítica hacia el poder.

Más aún, señala que el periodismo basado en hechos y la integridad profesional del periódico lo han convertido en una importante fuente de información sobre aspectos censurables de la sociedad rusa que rara vez se mencionan en otros medios. Y otra vez, los temas que abordan van desde la corrupción, violencia policial, arrestos ilegales, fraude electoral y «fábricas de trolls», hasta el uso de fuerzas militares rusas tanto dentro como fuera de Rusia.

Recordó que los oponentes de Novaya Gazeta han reaccionado con hostigamiento, amenazas, violencia y asesinatos, entre ellos los de seis periodistas como Anna Politkovskaya.

Muratov dijo tras conocer el otorgamiento del Nobel que no se trata de un mérito de él, sino de Novaya Gazeta. Y dijo más: “Es de los que murieron defendiendo el derecho de las personas a la libertad de expresión”. No hace falta agregar nada, salvo para agradecer su entereza, profesionalismo y ejemplo.

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