Ayer en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer hubo manifestaciones pacíficas en casi todo el país por parte de colectivos feministas, ellas salieron a las calles para demandar un alto a la violencia feminicida, a la violencia que sufren miles de mujeres y niñas en sus hogares.

La violencia física o moral contra las mujeres, es una violencia que mata, que mutila, que marca el cuerpo y deja terribles secuelas por ello, sí, sí debe terminar.

Las cifras sobre violencia doméstica y feminicidios van en aumento y parece que no hay nadie ni nada que la detenga.

Que escalofriante es saber que cifras del INEGI señalan que 10 mujeres mueren diariamente en México por esta violencia feminicida y muchos de estos crímenes quedan en la impunidad y es justamente esa indiferencia o falta de compromiso de las autoridades de justicia para castigar severamente a los responsables lo que mueve a las mujeres a salir con furia a las calles.

Pero ¿cómo hacerlo? Si la violencia muchas veces viene de la propia pareja, de los familiares de la víctima y ocurre casi siempre sin ninguna resistencia.

Lo peor es que cuando se denuncia, la justicia llega demasiado tarde o nunca llega.

La violencia de genero no es normal, primero debe quedar grabado en las mentes de las víctimas.

Por otro lado, las autoridades tampoco deben normalizarla y si castigarla no con penas más severas sino simplemente aplicando la ley con rigor.

En corto… 

Sobre los desmanes y destrozos causados en Ciudad de México en el equipamiento urbano donde se vio a grupos de encapuchadas con martillos y mazos destrozando todo a su paso y que durante las grescas 17 personas resultaron lesionadas, -la mayoría mujeres policías-, no tiene razón de ser, la violencia no se combate con violencia y lo peor, es que esas acciones demeritan un movimiento mundial, nacional y regional que afecta a todas las mujeres.

Eso es reprobable y vergonzoso.

Lo mismo ocurrió en Pachuca, Hidalgo, donde fueron vandalizadas las oficinas del Partido Acción Nacional por un grupo feminista que descargó su furia, sin duda, dejan una fea huella en la ciudad, pero sobre todo echan abajo su propia lucha.

El hecho más grave fue el saldo de Sonora que costó la muerte de la feminista Marisol Cuadra, una joven que fue alcanzada por el fuego cruzado en la explanada del Ayuntamiento de Guaymas.

Ese es el caso más grave que ocurrió en México, en una jornada de lucha que busca sensibilizar a las autoridades para aplicar con todo rigor la ley a los feminicidas y a quienes violentan a las mujeres.

Me sumo a la exigencia para poner un alto a la violencia contra las mujeres, no apoyo el vandalismo, ni la violencia de una mujer contra otra mujer, no apoyo los destrozos, no apoyo la sin razón, nos faltan sí, autoridades ejemplares que nos representen bien y que sepan a qué, por qué y para qué llegan a las instituciones porque la improvisación nos hace daño a todas y todos, sino encontramos justicia y mejores leyes la violencia será creciente.

Una joya 

El festejo de la hija de la diputada Sharon Macotela en plena sesión abierta para la comparecencia del secretario de Turismo, Eduardo Baños, sin duda deja al descubierto la ignorancia total de la legisladora, sobre lo que puede hacer y no hacer durante las sesiones del Congreso local.

La legisladora de MORENA ya fue exhibida por sus actitudes no solo por maquillarse y peinarse durante las sesiones sino por abandonar su trabajo para irse de compras a reconocido centro comercial de Pachuca.

Sus excesos, su falta de conocimiento y su comportamiento errático, pero sobre todo la falta de respeto, molesta a muchos porque el Congreso no debe ser un circo, no debe ser una sala de belleza, ni un salón de fiestas, tampoco debe ser un recinto para chacotear pues ni las mujeres y ni los hombres que desean un cambio, merecen actitudes y acciones de esta diputada que dejan mucho que desear y que incluso ya derivó en algunos estudios sobre sus trastornos de personalidad.

Ayer antes de dar por concluida la sesión, hizo que alguien le llevara a su hija, la subió a la mesa, pidió que trajeran un pastel, pidió a los diputados y funcionario presentes que le prestaran un encendedor porque se le olvidaron los cerillos para prender la velita del pastel, y luego hizo cantar a los presentes, las tradicionales mañanitas.

Mientras todo eso hacía, sujetaba a la pequeña a la que dijo “Todo lo que tengo que soportarte”.

Todo esto quedó registrado en el video oficial de la sesión del 25 de noviembre.

Todo lo que hizo la diputada Sharon fue de inmediato motivo de notas nacionales y desde luego locales y no fue por fobia a la mujer, ni a su partido MORENA, ni las notas o los comentarios se constituyen en violencia de genero hacia ella, sino que Sharon debe entender que lo que hace se constituye en un exceso por no decir un insulto, pues ella, es una diputada que debe tener respeto por la institución y conocimiento de para qué llegó al congreso.

Se supone que los diputados hacen leyes, gestionan, buscar mejores oportunidades para Hidalgo y para sus regiones, en este caso Tula y no para utilizar el congreso para sus cuestiones personales.

Diputados como Sharon, solo fortalecen la idea de quienes creen que la figura de los plurinominales no debe existir, ni se debe permitir que gente improvisada llegue a ocupar espacios como esos.

Y conste que como Sharon hay muchos y muchas diputadas y diputados federales más, no solo en Hidalgo, sino en todo el país, lo cual es grave pues lo que ganan bien se puede destinar a obras y servicios y no para mantener a gente excéntrica, abusiva, falta de responsabilidad e ignorante.

Ir de compras a un centro comercial mientras hay sesión, es igual a fugarte o escaparte de tu trabajo para irte de compras, esa también es corrupción Sharon y el presidente AMLO reprueba eso.

Ojalá que el congreso tome cartas en el asunto e informe que por lo menos descontará el día a la diputada y que fijara reglas básicas de lo que pueden o no pueden hacer los diputados mientras están en la sesión.

Peinarse y maquillarse en plena sesión, ¡no, por favor!, aunque es un derecho ponerse “bonita” que sea antes, no en plena sesión, aunque claro, Sharon estará en posibilidades de cambiar o modificar la Constitución e incluso proponer un punto de acuerdo o una iniciativa de ley que les permita a las diputadas “chulearse” mientras sesionan y evadir quizás las aburridas sesiones o comparecencia para irse de compras, ya siendo ley ni quien les diga nada.