EU inicia cambios en materia migratoria y turística

Tristeza por lo que pasa en Sectur

En agonía, restauranteros, gimnasios, cines y decenas de sectores más

Caída de 54.3% en llegada de visitantes internacionales

Recuperación del sector en México, hasta mediados de 2022


Por Alejandra Pérez Bernal

SE EQUIVOCARON quienes dudaban que la llegada de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos no provocaría cambios importantes en su modelo de gobernar y en su relación con México.

Se ha ordenado que a partir del 26 de enero de 2021, ningún mexicano de dos años en adelante podrá ingresar a Estados Unidos si no presenta una prueba de COVID-19 con resultado negativo.

Las pruebas que únicamente aceptarán serán la de Reacción en cadena de la polimerasa (PCR) o Prueba de antígenos expedida por un laboratorio.

También se subraya que la fecha de realización de la prueba tendrá un máximo de 3 días antes del inicio del viaje (con o sin escalas).

Adicionalmente, el gobierno estadounidense solicitará que los pasajeros completen un formulario para confirmar la validez de la prueba entregada.

Se acabó la política laxa que enarboló Donald Trump en materia sanitaria y ante los contagios por coronavirus.

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HACE 15 años, en una entrevista que sostuvo con El Financiero en

línea, Miguel Torruco, con voz elocuente y convincente, subrayaba que durante toda su vida profesional y como prestador de servicios y líder de una parte del sector hotelero, se había preparado para ser secretario de Turismo federal, y que cuando lograra ese objetivo, meta o propósito de vida, enseñaría a muchos cómo se debe apoyar al turismo, la forma en que se debía promover a esa industria y diseñaría políticas públicas para hacer crecer al sector dentro y fuera de nuestras fronteras.

Con Andrés Manuel López Obrador alcanzó su sueño y llegó al cargo que anheló durante muchos años, aunque con Miguel Ángel Mancera fue secretario de Turismo de la Ciudad de México, donde hizo un buen trabajo, aumentó cifras positivas y puso en marcha varios proyectos turísticos importantes que hasta hoy prevalecen.

Pero algo ocurrió en el camino, porque desde que llegó al cargo, en su primera conferencia de prensa como secretario de Turismo federal, delineó las fronteras con sus amigos y enemigos empresarios, marcó su raya con la prensa especializada y absorbió el discurso de la 4T, donde predomina el desdén y rechazo a todo lo realizado en otros gobiernos, sin cortapisas y sin consideración sobre los resultados obtenidos.

A 24 meses de que Torruco asumió el cargo, la Secretaría de Turismo federal está diezmada. Perdió, con su beneplácito, al Consejo de Promoción Turística de México; permitió que al Programa de Pueblos Mágicos le extirparán los escasos apoyos presupuestales; se opuso abiertamente a la participación de México en Ferias y Exposiciones de corte internacional; abandonó el apoyo que tenía la realización del Tianguis Turístico; dejó fuera del control de la dependencia la página difusión de los destinos del país.

La llegada de Torruco a Sectur federal es sinónimo de deterioro de la Marca México y es copartícipe del traslado de una parte de los despojos de esa dependencia a la Secretaría de Relaciones Exteriores. El otro traslado hacia la Secretaría de Economía, quizá se realice este o el año próximo.

La dependencia que pusieron en sus manos en diciembre de 2018 dista mucho de ser lo que fue, pues con todo y sus defectos había enlaces con el mundo y una gran labor que en lo interno nos llevaba cada año a escalar en los termómetros mundiales que miden tanto la llegada de visitantes como el ingreso de divisas.

Hoy no queda mucho que salvar de Sectur. Tiene un gasto minimizado de apenas 2 mil 262 millones de pesos, que en su mayor parte sirve para cubrir el gasto corriente de sus empleados, con los cuales Torruco no ha tenido contacto desde hace un año, antes de que empezara la pandemia, y con quienes tuvo ásperos enfrentamientos porque tenía toda la intención de trasladar a la Secretaría a su cargo hacia ciudad de Chetumal, capital de Quintana Roo.

Sectur federal quizá no desaparezca formalmente, pero de manera oficiosa está destrozada y es inexistente. La vinculación y difusión turística con el extranjero la maneja la Cancillería, a cargo de Marcelo Ebrard, quien dicta lo que se debe hacer.

El gasto importante que se asignó para impulsar la construcción del Tren Maya lo controla Fonatur, mientras que el del aeropuerto de Santa Lucía, lo opera la Defensa Nacional, que vió crecer en forma importante su asignación presupuestal para este año.

Torruco tiene presupuesto sólo para organizar cursos de certificación para prestadores de servicios turísticos, para elaborar algunas estadísticas de llegada y salida de visitantes, y para la capacitación interna.

Sectur perdió su fuerza como dependencia federal. Ya no tiene subsecretarios, ni ejerce gasto público para infraestructura u obras de apoyo. Hoy sólo se observan cortes de listón en eventos inaugurales, y se presume que la nueva visión de Estado de la industria será organizar eventos virtuales.

Incluso los apoyos para población marginada en destinos turísticos los maneja el Banco del Bienestar.

De poco o nada sirve que Torruco se moleste cuando algunos colegas periodistas publican que la Sectur va a desaparecer. Eso es lo de menos. Lo importante, lo relevante es la evidencia, los resultados. La presidencia de la República ya achicó a Sectur federal y propuso un nuevo reglamento interior para la dependencia, con únicamente una subsecretaría y seis direcciones generales.

Debe ser doloroso alcanzar un cargo público de máxima responsabilidad para llegar a extinguir la dependencia asignada o aniquilar los proyectos en marcha. Debe ser vergonzoso que otros servidores públicos, que ni siquiera saben del tema, te ordenen cómo hacer tus tareas fundamentales, y más decepcionante debe ser que el rango de capitán de un gran buque, se convierta en simple velero, porque no quisiste o supiste defender, además, sin posibilidad de replicar al jefe, porque su discurso lo hiciste tuyo.

Concluyó con un colofón, que replica un comentario de Enrique de la Madrid, ex titular de Sectur, en una comida a finales de 2018: “Les vamos a dejar el avión volando, a ver si no lo estrellan”.

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EL SEMÁFORO rojo continúa esta semana en la Ciudad de México y en el Estado de México, lo que ha causado enojo y preocupación para sectores no esenciales como restaurantes, cines, gimnasios, exposiciones, teatros, ferias, etc.

Aunque muchas de estas actividades se hacen al aire libre y no son fuente de contagio de la COVID-19 en forma amplia, las autoridades han determinado que no es momento de abandonar la restricción porque no ceden las cifras de fallecidos y hospitalizados por esa causa.

Por lo pronto, en la CDMX ya han desaparecido unos 14 mil restaurantes, más de mil 500 gimnasios y unas 700 empresas que se dedican a organizar ferias y exposiciones.

Los cines, por ejemplo, abren un 45% de su capacidad, pero también

están a punto de perecer, porque la recaudación de taquilla en 2020 fue de un millón de pesos, contra los 65 millones registrados de 2019.

Los propietarios de esos negocios dicen que las autoridades les abren la puerta y los oyen, pero no les dan respuesta.

Los negocios señalados no tienen muchas salidas, porque no hay apoyos reales, ni tampoco se tiene un plan o estrategia para que abran parcialmente.

La Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) y la Asociación Mexicana de Gimnasios y Clubes mantendrán esta semana su lema de batalla: “O abrimos o morimos”.

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EL DATO: Durante el mes de noviembre pasado, México recibió a un total de 3 millones 196 mil 709 visitantes, lo que representa una disminución del 54.3% con respecto a la cifra del mismo mes de 2019. Cabe recordar que, en 2019 el turismo representó el 8.9% del PIB total del país, ubicándose muy por arriba de la media de los países pertenecientes a la OCDE, que registró el 4.4%, y únicamente por debajo de España, que ostentó el 11.8%. (Fuente: Encuesta de Visitantes y Viajeros Internacionales)

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SE PREVÉ que las afectaciones dentro del sector turismo limitarán en forma importante el crecimiento de México, al menos hasta la segunda mitad del 2022, cuando se prevé que se logre una recuperación total del sector.

Lo anterior tiene como base las dificultades que, hasta ahora, ha presentado México para concretar una vacunación masiva durante el 2021.

A nivel mundial, el turismo ha sido una de las industrias más afectadas por la pandemia de Covid19.

 

De acuerdo con la Organización Mundial del Turismo (OMS), las llegadas internacionales cayeron entre el 70 y 75% durante el 2020, lo que significa que el turismo mundial ha retrocedido a niveles de hace 30 años.

 

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@AlejandraBernal

alex.bernal2010@hotmail.com

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Nos vemos y escuchamos en Canal 34 (Mexiquense TV), todos los jueves a las 22 horas, en el programa Va en Serio, con Carlos Ramos Padilla.