El desastre: campañas y partidos sin visión de futuro

Economía e Innovación/Roberto Morales Estrella

Seguramente usted está enterado o enterada que en esta temporada de campañas políticas se trasmiten 19 millones 500 mil spots en radio y televisión, toda una contaminación visual y auditiva ¿Cuánto se estará destinando del financiamiento otorgado en diciembre del 2020 a los partidos políticos, cuya suma supera los 5 mil 250 millones pesos? ¿Cuántos se están financiando con recursos no legales?

Derroche financiero solo para escuchar descalificaciones, insultos, y acusaciones cruzadas, así como promesas huecas sin planteamientos con una visión de futuro.

A inicios del siglo pasado, los partidos políticos fueron vehículos de transformación social, pero hoy, o bien son una forma de vivir, por parte de los que se hacen llamar políticos, o son esbirros de grupos de interés, por llegar a los puestos y servirse del presupuesto público.

Por un lado, está la oposición integrada por los antes férreos enemigos, PRI, PAN y ahora se suman, abdicando a sus principios, PRD y MC; pero el más peligroso es el crimen organizado, los primeros quieren un país cuya economía funcione con la llamada libertad de mercado, donde la mayor ganancia es lo que se justifica como éxito social, sin relación alguna con la justicia, ni con la preocupación moral, ni ambiental, pero sí con la crueldad que deja a su paso.

Para ellos el futuro es solo la competitividad, basada en la alta rentabilidad financiera y acumulación de riqueza. Algunos grupos infiltrados en la 4ªT, misóginos y corruptos sin principios, ni ideología, solo creando huecos para que la 4ªT fracase.

Los más peligrosos, es el crimen organizado, coludidos con la delincuencia de cuello blanco, ven a la función pública como un súbdito que pueden comprar, para actuar con violencia e impunidad, dominan ya regiones del país, para muestra, está el municipio de San Miguel Totolapan, Estado de Guerrero, donde el comisario de las Conchitas, Carlos Marquéz Oyorzabal fue torturado, desmembrado y decapitado frente a su hijo de 11 años, por negarse aceptar sus instrucciones, una espiral de terror azota esa región. El gobernador actual no ha podido terminar con las atrocidades, ¿el que llegue lo logrará o también se someterá?

Hay un denominador común en los candidatos de todos los partidos, ya sean de la oposición o de la 4ªT, en su mayoría sin liderazgo, carentes de oficio político como de ideología, desconociendo el proceso histórico que la humanidad está viviendo, solo les interesa tener un sueldo superior al profesionista medio, o enriquecerse defendiendo intereses de grupos a costa de incrementar la pobreza.

Para colmo una institución otrora garantía de la democracia, pero hoy gracias que su dirigente claudicó, sometiéndola al juego de los neoliberales, que poco les interesa la nación, la desigualdad y la pobreza, mientras puedan acumular riqueza.

En su libro Bases del Futuro, Anthony Rowley expresa que la mayoría de las economías desarrolladas han descuidado la inversión en infraestructura básica, social y tecnológica, poniendo en alto riesgo su desarrollo social y económico para el futuro.

China está superando a Estados Unidos (EU), desde 2018, en materia de infraestructura básica, destinando más del 6 por ciento de su PIB en 2019, en transporte, infraestructura tecnológica-digital y las tres rutas de seda. Mientras que en los Estados Unidos el gasto gubernamental en infraestructura se desplomo en 0.7 por ciento, pero su gasto militar alcanza el 6.8 por ciento de su PIB.

Biden reconoce dos aspectos, que los EU está atrás de la economía China, en gasto en infraestructura y social, perdiendo liderazgo en geoeconomía global, además, acepta que en las economías donde predomina el libre mercado, como la norteamericana, no son aptas para financiar el gasto público social.

El plan Biden de invertir 2.25 trillones de dólares en infraestructura básica, significa reconocer el papel del sector público en materia social, financiando esa inversión, en buena medida, con los impuestos adicionales que aplicará a las trasnacionales en 15 años.

El futuro no será el libre mercado apoyado por la bancocracia oligopólica de los financieritas, con su congénita acumulación de riqueza en pocas manos, sino que el futuro está en el desarrollo sustentable basado en la justicia económica y social, teniendo como aliado al binomio científico-tecnológico.