Día de la libertad de expresión: Reconocimiento a María Luisa Ross Landa

El lunes 7 de junio la División de Extensión de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo circuló un hermoso cartel para conmemorar el día de la libertad de expresión y lo acompañó de la imagen de María Luisa Ross Landa, primera reportera mexicana, orgullosamente nacida en el estado de Hidalgo a finales del siglo XIX. Además de felicitar por tan maravillosa iniciativa, no quiero desaprovechar la oportunidad de hacer referencia sobre esta importante mujer que fue pionera en muchos escenarios nacionales. 

Ross fue la primera mujer en quedar al frente de una estación de radio, nombrada por José Vasconcelos -después de la Revolución Mexicanas-. En dicha emisora, que hoy conocemos como Radio Educación, ella marcó una pauta representativa para aprovechar este medio no solamente para transmitir música, sino también para compartir conocimiento, ideas e información. 

Pero además de ser pionera en el terreno radiofónico lo fue también en el mundo periodístico. Fue así como, cuando solamente tenía 16 años fue por iniciativa propia a la redacción de varios periódicos a ofrecer sus textos. En uno de ellos fue recibida por el poeta Luis G. Urbina, quien no solamente se impresionó por la belleza de la joven -hasta le escribió algunos poemas-, sino también por su calidad literaria. Al poco tiempo, María Luisa empezó a escribir en la página editorial del recién surgido diario El Universal. Si bien aprovechó la oportunidad, aunque le pidieran escribir sobre moda o textos para el público infantil, también por iniciativa propia decidió salir a buscar la noticia por sus propios medios. Destacó en dos géneros periodísticos: la entrevista y la crónica.

Considero que ella marcó una pauta muy representativa en las charlas periodísticas, sus entrevistas destacaban la conversación con el personaje elegido, pero aprovechaba sus evocaciones para describir el lugar donde fue realizada, el ambiente y hasta la manera de ser y actuar de la persona entrevistada, además Ross permitía a sus lectores conocer sus impresiones al momento de la plática.

De igual forma, sus crónicas eran emotivas y detalladas, destacó la que hizo cuando fue elegida por el presidente para representar a México en España durante la década de los veinte. Los relatos que escribió fueron recopilados en el libro “Así conquista España”.

Su disciplina y profesionalismo fueron determinantes para que algún tiempo quedará como redactora en jefe de El Universal Ilustrado

Además de la radio y la prensa, también exploró el cine, en 1917 escribió el argumento de la película “Obsesión”, donde actuó. De igual manera participó en otras películas como “Triste crepúsculo” (escrita también por ella) y “Naciste Turista”. Su inquietud intelectual encontró espacio también en las reuniones de “El Ateneo de la Juventud”, a las que no sólo asistió como simple oyente, sino que ayudó activamente. Las maestras ateneístas recibieron un gran apoyo para elaborar libros de texto. Así de 1912 a 1924 María Luisa pudo publicar cerca de siete libros. El primero se tituló Cuentos sentimentales. A éste le siguieron otras publicaciones: Rosas de amor, Antología universal contemporánea, La culpa y Así se conquistó España. Por su obra fue descrita por sus contemporáneos como una escritora fecunda y variada, que escribió con facilidad la prosa y el verso.

María Luisa Ross Landa, hidalguense destacada, digna representante de la Libertad de Expresión.  

María Luisa Ross murió, sin más compañía que sus recuerdos, en el Hospital Militar, el 12 de junio de 1945. El 20 de febrero de 2015 sus restos fueron colocados en la Rotonda de Hidalguenses Ilustres. Y se dice que cuando pasas por el lugar, el viento de la Bellairosa murmura el poema que María Luisa Ross le inspirara a Luis G. Urbina, para volverla eterna: “Era un cautivo beso enamorado de una mano de nieve…”

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Usa anteojos de armazón sirena para intentar observar la vida con mayor claridad. Adora las minifaldas y colecciona medias con las figuras llamativas. Aunque valora más sus manos, las mismas que siguen brincando con pasión e ilusión por el teclado de su computadora para compartir lo que piensa, en lo que cree y el mundo en el que le gustaría vivir. Está absolutamente convencida en la utópica posibilidad de convertirse en otro modo de ser humano y libre como dice Rosario Castellanos. Es profesora investigadora en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Desde 2003 vive en la Bella Airosa. Estudió en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, en la UNAM, la licenciatura, la maestría y el doctorado, todo en el campo académico de la comunicación. Periodista desde 1987. Actualmente tiene la columna Bellas y Airosas. Es comentarista del noticiario de Radio Universidad de Hidalgo y colabora en Alas Mujeres. Ha escrito diversos artículos, ensayos y libros