Cada alma tiene su cielo, vibra según tu vibras, según tu luz.

Mi cielo me da paisajes,  me da mensajes, me hace ir adentro, filosofar sobre existencia y su universalidad.

A veces es faro, a veces es risa, a veces se raya con un magnífico y vibrante paisaje.
Te saluda con las estrella fugaces, con el paso de un satélite, con la nada, en el espacio
Con una nave que solo habías visto en la ciencia ficción.

El paisaje pintado con una parvada de garzas que están de viaje, de colibríes que juegan y corretean.

Sigues el vuelo de las aves hasta que se hacen nada ante la limitada mirada.

Desde mi cielo revuelvan las mensajeras de la brevedad de la vida aquí en la tierra y la eternidad en el espacio mis amadas mariposas revoloteando para hacerme consciente del momento.